You're Not Alone

Cap 39

Una semana llenos de hambre y sed.
Los pocos suministros que nos quedan no alcanzan para todos.
Necesitamos encontrar un lugar pronto. Judith se desespera muy fácil, necesita leche, pero no hay fórmula en kilómetros. Pero hey, al menos ella no tiene que caminar, Carl la carga en el portabebés improvisado con la mochila.
Justo ahora se acaba de quedar dormida.
No se porque, pero tengo algo de ¿envidia?

Ya casi no hablo con nadie, sobre todo con Carl.
Sólo hablo de encontrar un lugar, suministros y la seguridad del grupo.
Nuestra relación no ha estado bien. Ya no tenemos tiempo para estar solos como nos gustaría estar, y eso me enfada.
Se que a él también, pero debemos cooperar para que esto funcione.

De hecho, hace unos días cocinaba un conejo que habíamos encontrado para la cena. Ally y Rach habían ido no muy lejos a buscar alguna cosa que nos sirviera.
Estaba sentada en un tronco mientras le daba vueltas al conejo encajado en un palo sobre el fuego. Muy estilo películas del viejo oeste si me preguntan. El caso es que él se quitó la mochila cangurera donde venía Judith, que ya estaba dormida, y la acomodo cerca de nosotros, en una camita improvisada con mantas para no perderla de vista.

Suspiró y sonrió como a mi me gustaba.
- ¿Sabes? Cuando encontremos un sitio seguro, quiero que volvamos a estar juntos.- dijo él
- Pero estás sentado a mi lado- repliqué
- Ya se, pero me refiero a estar juntos como antes. Tu sabes.

De repente, nos empezamos a besar.
Sin saber como, acabamos en el suelo.
Empezó a volverse algo raro. Y descontrolado. Todavía no quería llegar a eso.
- Carl- susurre
- ¿Mhm?- dijo
- Sabes que te quiero y se que tu también a mi, pero este no es el lugar ni el momento
Él me miró apenado.
- Oh, emb, cierto. Eeee....hay que esperar a que las chicas vuelvan y...ya veremos a donde iremos mañana.
- Si...

Fue el primer "acercamiento" por así llamarlo en mucho tiempo.
Sabía a donde quería llegar, pero tenía algo de miedo.
Y él también.
Lo noté por cómo le temblaban las manos y su mirada distante.
Como si quisiera, pero a la vez no.

Hoy hemos llegado a un lugar muy extraño.
Parece una comunidad porque hay muchas paredes levantadas, pero ya no estoy segura de nada.
Carl se ofrece a ir, pero iremos todos juntos a investigar.

Un hombre sale de las grandes paredes por una gran puerta y nos ve.
- ¿Alguno está mordido?- pregunta empuñando un arma.
- Ninguno.- respondo por todos
Ya parece que no le tengo miedo a nada.
El sujeto mira a la cangurera de Judith.
- Están a salvo niños, pueden entrar.

Lo seguimos hasta las puertas y las abre, revelando varias casas y algunas personas caminando por ahí.
Acerté en eso de la comunidad.
- Bienvenidos a Alexandria.