Mi cabello está mejor que nunca. La trenza francesa que me ayudó a hacer Rachel quedó fantástica. Me sorprendió que supiera hacer trenzas así.
- ¿Y, qué le dirás?- preguntó ella antes de irme.
- Lo que te dije hace rato- respondo segura
- Bien, ahora-
- ¡Hola chicas!- llega Allysa cargando a Judy.
- ¿A donde vas tan arreglada ______?- pregunta
- A ver a Carl- dije apenada
- Lo vi haciendo unas cosas muy bonitas ahí abajo- dice Ally
- ¿Me das una pista?- pregunto curiosa
- No
Todas reímos.Judy trae un precioso mameluco muy caliento. Es beige con unas pequeñas orejas de conejo en la capucha.
- La traje por que quería verte- dice mientras me pasa a la bebé.La cargo e inmediatamente siento su peso. Ya está muy grande, creo que ya ha de tener uno o dos años.
- ¡Mamá!- dice sonriendo
- ¡Hola bebé!- respondo igualmente sonriendo.
Le hago cosquillas con una mano que tengo libre.Dicen que la risa de un bebé es lo más hermoso que puedes escuchar. Está llena de vida e inocencia. Casi nadie ríe en momentos como este, por lo tanto, la risa de la pequeña Judith es esencial. Nos recuerda que aún hay bondad en el mundo.
- Creo que debería irme- digo devolviendo a Judith a Allysa
- Y mejor te apuras, porque dijo que al atardecer y ve que hora es.- responde Ally
- ¿Qué?
Miro afuera y todo está casi oscuro.
- ¡Demonios! ¡Adiós chicas!- grito mientras salgo corriendo.Corro como si mi vida dependiera de ello. Bueno, quizá mi relación con Carl si dependa de esto.
Bajo la escalera y busco la fuente. No encuentro nada y me empiezo a preguntar si no fue una trampa de alguien más.
De repente, me cubren la boca y siento algo pegado a mi cabeza.
El frío metal de un arma.
- ¿Cómo llegaste a parar aquí y sin decirnos nada?- dice un voz

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You're Not Alone
Random_______, una chica que ha perdido todo menos la esperanza de que todo este infierno acabe. Carl Grimes, un chico frío que ha tenido una vida difícil y ha aprendido a lidiar con ella. Ambos tienen una conexión especial, pero todavía no lo saben. ¿Pod...