Ventisca

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Esa noche las ventanas se mantuvieron abiertas, sin importar el frió que invadía el cuarto, sentía que si me acercaba a ellas, podía ser capturada nuevamente por su mirada inquisidora y no podría permitirme un nueva crisis muscular.

Pese al miedo y la taquicardia caí lentamente en un sueño profundo amenizado por la gruesa lluvia que chocaba contra los ventanales y los pisos de madera.

Jimin estaba vestido con sus largos jeans gastados, su cabello desordenado y su musculosa gris. Parecía disfrutar de la vista y yo recordaba haber estado allí antes.

Claro, se trata del lago donde yo y papá solíamos ir a pescar cuando era pequeña.

Jimin se encontraba ahora sentado sobre una cama de pasto admirando el paisaje que la laguna nos entregaba, me acerque sigilosamente y toque su espalda.

-Jimin- seguía ensimismado como si mi presencia no existiera. -¡Jimin!- lo sacudí mas fuerte, pero no obtuve su atención, él solo tenía ojos para el extraño ser al otro lado de la laguna.

Una sombra oscura caminaba por la ensenada del lago, que gracias a la bruma se hacia difusa.

Enfoque mis ojos mas exhaustivamente y mis pupilas se dilataron del susto, un Jimin totalmente diferente llevaba sobre su cuerpo un elegante terno escuro y pulcros zapatos de cuero.

-Jimin- dije entre labios, la sorpresa me había dejado sin voz.

-¡¡Yoon Hee!!- grito el muchacho al otro lado del muelle con emoción en su tono, totalmente diferente al de mi lado. -¡Yoon Hee, ven!- agito su mano en mi dirección, me levante del húmedo pasto y quite mis palmas de los hombros del chico.

-No te vallas- su mano capturo mi muñeca.

Ahora podía verme.

-Pero él esta llamando- indique a el otro hombre tras la laguna.

-Yo no soy él, Yoon Hee- sus palabras estaban llenas de suplica, y su mirada triste y melancólica.

Un gran estrépito borro la escena de mi mente, el extraño sueño había acabado gracias a la ventisca que se producía afuera, las puertas francesas de las ventanas se agitaban con el viento y la lluvia mojaba el suelo de madera. Corrí a serrar las cornisas mientras la lluvia salpicaba sobre los cristales, y la oscura noche escondía el paisaje en una gran boca de lobo.



-¡Yoon Hee baja, esta listo el desayuno!- mamá gritaba desde el primer piso quien debido a la ventisca de anoche tenia una entrevista que realizar y debía salir rápido a la ciudad, dejando atrás los suburbios.

-¿Que historia han encontrado?- pregunte mientras untaba jalea sobre las tostadas.

Mamá había estudiado periodismo en la gran universidad de Seúl, sin embargo sus sueños de periodismo de guerra, se vieron truncados al saber que ella y mi padre esperaban una niña. Con el trabajo de papá y los problemas que conllevaba la crianza de una niña con asma, aprendió a conformarse con un empleo mediocre, de periódico en periódico que a la final la llevaron a trabajar de reportera en un diario local.

-Al parecer la ventisca a arrasado con los cultivos- decía, mientras comía y recaudaba información en su pequeña laptop.

-¿Los cultivos?... debió crear un desastre-.

-Los pobres campesinos, deberán esperar otra temporada- los últimos dos años de invierno habían sido excepcionalmente malos para la agricultura del lugar, la cual en esta zona del país ocupaba cientos de hectáreas. -Debo llevarte al instituto, así que mejor prepárate, te espero aquí en quince minutos- toco su muñeca apuntando al reloj invisible, corrí escaleras arriba, para vestirme los mas rápido que mi cuerpo lo permitía tome mi mochila y salí en busca de mi preciado transporte.



Las clases avanzaron con naturalidad hasta el almuerzo, en clase de ingles Miss Yang nos hizo buscar la solución a un extraño acertijo que en conclusión nos llevaba a nuestro siguiente compañero de proyecto por el resto del semestre, un juego en parejas que debía ser descubierto con ayuda de las pistas.

-Nacido en el año del cerdo- decía la penúltima pregunta en ingles. Solo quedábamos cuatro personas en el salón sin parejas.

Joon Kyu, el numero uno de la clase a quien no me molestaba en tener como compañero, de no ser por ese enfermizo habito que tenia de limpiar cada cosa que tocaba, también estaba Taehyung, mejor amigo de Jimin aunque un poco lento el chico poseía una sonrisa indudablemente angelical, que a todas las muchachas dejaba sin habla, y por ultimo estaba Jimin, quien significativamente entre los tres, poseía una habilidad nula para el ingles, pero el carisma de sobra balanceaba sus falencias.

Para encontrar a mi pareja me quedaba una sola tarjeta en las manos, hecha de manera exhaustiva, todos los méritos a este increíblemente enredado método de encontrar al compañero se lo debíamos a Miss Yang, una mujer mayor que amaba las manualidades un poco mas que la pedagogía.

Ante mis palabras dos de ellos dieron un paso adelante mientras Joon Kyu dio un paso a la izquierda retirándose para esperar a su pareja, Jimin se encontraba a solo tres paso de mi al igual que Taehyung.

Era hora de revelar la ultima tarjeta, aclare mi garganta y recite el escrito.

-En un frió invierno a nacido sobre nieve- era la ultima tarjeta, confusa mire hacia el frente quizás ellos poseían la respuesta y así fue, en un abrir y cerrar de ojos un contento Taehyung dio un paso enfrente depositando su mano en posición de saludo americano.

-Encantado- dijo con gran seguridad en su voz, mis ojos escaparon a un costado donde Jimin se encontraba desorientado y al parecer no muy contento con su maniática pareja de proyecto.








Dark Forest (BTS: Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora