Dark Forest (BTS: Jimin)

Lluvia

-Vamos adentro- el chico junto a mi parecía haber retomado el aliento, y comenzaba a volver a su estado de "ser todo poderoso". Por el contrario Jin y Min Ji aun necesitaban recuperar sus fuerzas, los vi sentarse sobre una banca exterior de madera, derrotados y cubiertos en sudor. Eran Romeo y Julieta, luego de subir una colina.

-No me gusta este ambiente- tome un cubilete lleno de cerveza entre mis dedos mientras dictaminaba, pero Jimin rápidamente me lo arrebato de las manos.

-¡Ah no señorita hoy, no!- parecía un padre atento cuidando de su pequeñahija alcohólica. Lo fulmine con la mirada antes de correr a la siguiente mesa llena de vasos, mi mirada de triunfo era casi un chiste para él. Dos cervezas tome antes de que un juguetón Jimin las alzara sobre mi altura. -No querrás repetir el plato, Yoon Hee- su voz era un susurro y su pecho subía y bajaba producto del forcejeo.

Su cercanía me estaba incomodando, no me gustaba sentirme cohibida, mientras él seguía actuando con tanta normalidad.

-No me gusta este lugar- dije apretando los labios sin quitar mis ojos del suelo vitrificado.

Evitar, ese era mi plan.

Gire mi cuerpo en noventa grados y deje la cercanía de su cuerpo contra el mío, Jimin siguió mi marcha pero ya era muy tarde para cuando mi silueta se había perdido entre la vegetación del patio circundante.

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Eran casi las tres de la mañana cuando volví a la gran casona, para ese entonces había recorrido media parte del bosque, y no me arrepentía de encontrar un lugar tan hermosamente indómito. Los cervatillos salvajes eran un plus que no había visto fuera de estos recintos, mi pecho saltaba pero la adrenalina se contenía aun en mis pulmones.

Una vez adentro la fiesta continuaba, aunque la fuerza de un principio se había transformado en un melancólico ambiente. "The day before" de Nell sonaba en el fondo desde los alto parlantes, la juventud enardecida ahora se movía al compás de sus tristezas. En el centro del salón discerní las siluetas de los recientes enamorados, odie interrumpir su momento, pero debía avisar que era mi hora de dormir.

-¡¡Min Ji!!- grite cerca de su oído. Ella salió del trance provocado por la cercanía de su esbelto amado.

-¡Yoon Hee ¿dónde te has metido?! ¡Jimin estuvo buscándote toda la noche!- una pisca de culpabilidad se inmiscuyo en mi cabeza.

Debió de preocuparse, después de todo, hace menos de una semana me sostenía inconsciente entre sus brazos.

-¡¿Dónde está ahora?!- necesitaba disculparme.

-¡No lo sé, creo que se ha ido a dormir!- indico los grandes corredores colgantes que conectaban la gran sala con las habitaciones.

-¡¡Gracias!!- me despedí escuetamente, de ella y su acaramelado novio.

Camine tranquila por el largo pasillo de madera, la lluvia mojaba las barras sobre el suelo, en una noche cálida y húmeda. El olor a minerales escarbados por las lluvias inundaba el lugar.

Una puerta entre abierta mostraba a una pareja en pleno acto amoroso, instintivamente oculte mi rostro entre mis manos, el bochorno me había dejado sin aliento, claramente los chicos comenzaban a subir la intensidad de sus relaciones a este punto de la noche, por lo que me asegure antes de llegar un poco más lejos nuevamente.

Comencé por tocar cada puerta, una que otra, gritaban exasperados un Ocupado y yo corría a una nueva.

Justo antes de terminar con el ala izquierda, una voz familiar resonó sobre la pared.