Ráfagas

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Los murmullos a mis espaldas eran recurrentes esta mañana mientras los ojos ajenos seguían atentamente mi recorrido, era oficialmente la comidilla del instituto que ni en el peor de los sueños podía haber imaginado.

-¿Qué tal se siente la popularidad?- Jimin parecía no entender que los rumores y chistes sobre mí, eran gracias a sus brutales actos.

-Esto debe ser tan mundano para ti...- dije sin mirar sus ojos, caminaba a mi lado con las manos en los bolsillos y el uniforme desgarbado. -... Lo que es yo, me estoy muriendo- no deseaba estar cerca de él, no si había provocado todo este alboroto sin sentido, apresure el paso y él desapareció entre la multitud, podía sentir sus ojos quemando mi nuca hasta desvanecer.

-¿Estas saliendo con Jimin?-su voz cerca de mi oído me curo de espanto.

-¡Min Ji...!-sopese sus palabras lentamente en mi cabeza.

-¡¿Que?!- ahora el espanto lo provocaban sus palabras.

-Se dice en el instituto que tu y Jimin han tenido su primera pelea oficial de enamorados- ¿ese era el rumor? quizás habían más de donde aquel procedía, peores y más crueles.

-¡Min Ji por Dios, has visto todo el viernes!-.

-¡Claro que lo vi! por eso mismo pregunto- quería saciar su curiosidad a toda costa.

-Mamá le ha pedido que me lleve a casa, ya te lo he dicho antes. Aparte de ese trato no hemos tenido nada más cercano- deslice las tiras del morral sobre mi espalda y camine junto a mi amiga al salón de clases. -Pero dime ¿que dicen los rumores sobre mí?- al parecer esperaba esa pregunta con ansias al ver que sus grandes ojos se llenaron de un brillo especial provocado por la emoción de los rumores.

-¡¡Te has hecho famosa Yoon Hee!!- gritaba como si aquello se tratara de mi mas grande sueño. -Todos hablan de ti, algunos rumores dicen que Jimin está completamente rendido de amor por ti, incluso se dice que lo vieron en la fiesta de Jin siguiendote en todo momento- trague saliva nerviosamente. -¡Puedes creerlo!- busco mis ojos con escepticismo.

-Y los peores rumores- doblamos el pasillo cada vez más cercano al salón.

-Dicen que te has embarazado- me dedico una mueca de tristeza. -... Y que tratas de amarrar a Jimin con algún tipo de chantaje- era increíble como las malas lenguas podían crear tal alboroto de una estúpida pelea entre personas.

-Wow... yo embarazada- reí ante el comentario. -...y peor aún...- la risa se acumulaba en mi barriga.- ...de Jimin-.

-Es bueno que te lo tomes con humor- no lo estaba haciendo, solo trataba de mostrarle al resto que no me importaba cuan hirientes fueran sus palabras, no les daría en el gusto de sentirme mal. -Te veo al rato- se despidió con una mano sobre mi hombro entregando fuerzas para resistir el día que se avecinaba.

Un retraído Tae ocupo la banca contigua, ignorando mi presencia y dedicándose a garabatear una hoja en blanco.

-¿Tu también has creído lo del embarazo?- me aproxime descaradamente a su pupitre, mientras él rápidamente desviaba la mirada.

-¿Que rumores?- no parecía saber de qué hablaba.

-De mi embarazo- frote mi estómago con ternura. -Todos aquí parecen pensar que es un buen método para amarrar a cualquier imbécil con un IQ bajo el promedio- grite entre la multitud, rogando para que algo de ello fuera oído por Jimin.

-Ohh... eso...- se veía distraído y confuso, entonces me imagine lo peor, y lo más probable.

-Tae... mamá se ha encontrado contigo- inmediatamente sus ojos buscaron los míos con recelo.

-¿Que le he hecho a tu madre para tratarme así?- su voz ofendida parecía una pequeña recapitulación del escándalo que seguramente allá ofrecido.

-Lo siento tanto, Tae. Esa noche he llegado demasiado bebida a casa y mamá a pensado que tú me emborrachaste-.

-¿Pero tú le has dicho que aquello no fue verdad? ¿Cierto?- parecía enfadado e irritado.

- A mamá es difícil sacarle algo de la cabeza Tae- explique con tristeza, quien más que yo sabía lo terca que podría llegar a ser. -Pero dime ¿Que ha pasado?-.

-Yo... yo estaba en la tienda de comestible cuando tu madre salió de la nada con una presa de pollo en las manos que estrello en mi rostro, seguido por un extraño discurso sobre alcoholismo y drogas. Siéndote sincero, fue algo aterrador- mi rostro estaba teñido de un rojo puro, la vergüenza emanaba por mis poros y el causante de este estúpido accidente había salido victorioso sin culpa alguna. -Me ha prohibido dirigirte la palabra, creo que dijo algo sobre órdenes de alejamiento y otros tipos de demandas al respecto, estoy preocupado ahora por centarme aqui en este momento-.

-Lo siento mucho Tae- no podía decir nada más, el bochorno me carcomía, todo producto de un pésimo chiste de mal gusto.



El estresante timbre marcaba el fin de la jornada, mire a Jimin con desgano. Si algo había aprendido, era que no me dejaría tranquila hasta verme entrar en su gran máquina de cuatro ruedas, corrí hacia los estacionamientos y a lo lejos discerní la colosal camioneta roja.

-Pero que motivada estas hoy por subir al carro- el chico caminaba sin prisa a mis espaldas.

-Preferiría morir que montar un nuevo espectáculo- musite.

-A mi no me desagrado del todo- abrió la puerta del copiloto facilitando mi entrada, siguió tras de mi esta vez, para afirmar el cinturón de seguridad con delicados movimientos sobre mi falda. -Después de todo... el fucsia es mi color favorito- mordió su labio inferior con una mueca burlesca, su sonrisa de mil millones de won, se incrementó cuando mis mejillas se encontraban ardiendo de pena y vergüenza, ciertamente había sido un pésimo día y el camino a casa sería peor aún.

-Dicen por ahí que te gustan los juegos rudos- la frustración se acumulaba sobre mi ceño, mientras él bromeaba.

-Dicen por ahí que eres una especie de psicópata a mí alrededor- dejo su sonrisa de lado y una expresión seria ocupo su lugar.

-La gente dice muchas cosas Yoon Hee-.

-Ja - una risa amarga lleno el silencio, había ganado una lucha oral. -¿Con eso trato de consolarme?- solo rió divertido.


-Yoon Hee, cariño- mamá gritaba desde el patio de casa, con una bandeja de aluminio entre los dedos. -Vamos amor, ponte algo cómodo. Hoy cenaremos en casa de los Park- Jimin y yo reaccionamos con la misma expresión de terror en los ojos.

-¡¿Que has dicho?!- seguí su recorrido.

-Celebraremos el cumpleaños de la pequeña Hee Ri- mamá desapareció tras la gran puerta de roble de la casa contigua.

-¿Tu primita esta de cumpleaños?-.

-¿Cómo sabes que es mi primita?-.

-Todo el mundo sabe quién es tu primita- trate de quitarle importancia al asunto.

-Hoy cumple cinco años, mamá debió pedir ayuda. Ve a cambiarte rápido, esto estará de locos y sería bueno tener a alguien normal entre tanto bullicio-.

-No pienso ir- el encuentro con su familia me causaba cierto temor.

-Por favor...- era gracioso ver a Jimin suplicar.

-No lo hare...- gire sobre mis pies y camine rumbo a casa.

-Recuerdas la camisa de franela roja que usaba el día de la fiesta- sus brazos rodearon mis hombros-He tenido que darla de baja- sonrió cerca de mi rostro reclamando su triunfo sobre la discusión.

Dark Forest (BTS: Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora