Hey Jude.

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Asistiríamos al tercer control médico correspondiente al mes de mayo. Tengo dos meses, y hoy veremos todos los problemas posibles que podría tener. Aún no le anunciabámos a nadie la noticia.
Íbamos ambos en silencio en el auto. Paul con la vista al frente y yo mirando por la ventana. Apoyé mi mano en el espacio que resta a la ventanilla. Dejé caer de forma consecutiva mis dedos, produciendo un sonido al chocar la punta de mis uñas con la superficie. Paul me miró e intentó sonreírme, más sólo dibujó en su rostro una mueca nerviosa. Ambos estábamos asustados. Existían dos posibilidades, todo estaba en orden o era posible que ocurriera otro aborto, y no creía estar preparada para soportar la segunda probabilidad una vez más. Acerqué mi mano, acaricié la suya delicadamente y le sonreí.

—Todo saldrá bien ¿si? —susurré.

Entrelazó nuestras manos y besó la mía sin despegar la vista del camino.

Llegamos y esperamos sentados a que el doctor nos llamara. Observé la sala y a las personas que estaban en ella. Frente a nosotros había una pareja muy joven. Ella parecía asustada. A su lado había una mujer de unos 38 años con una gran panza, y , el que parecía su marido intentaba controlar a dos gemelos que sólo querían ir a correr y jugar.

—Cariño —sentí que Paul me habló y movió ligeramente. Lo miré saliendo de mis pensamientos—, nos llaman.

La nueva ayudante, que se llama Vanessa, nos esperaba en la puerta con su cordial sonrisa. El doctor nos saludó y nos indicó tomar asiento.

—Tengo el resultado de todos los exámenes. ¿Cómo te has sentido?

—La verdad, de maravilla. No he sentido casi vómitos ni mareos como me pasó con el embarazo anterior y el de Michelle.

—Oh, que bien —dijo el doctor a la vez que sacaba los papeles. —Todo esto está en orden también.

—¿En serio? —preguntó con entusiasmo Paul.

—Así es, no hay de que preocuparse pero tendremos precaución de todas maneras. Haremos la siguiente ecografía cuando tengas 5 meses, y los controles serán cada dos semanas ¿te parece bien?

—Si, si, perfecto.

El doctor nos dio unas cuantas indicaciones más y nos marchamos a casa. Julie y mi madre habían venido desde Birmingham por una semana para ver universidades para Juliette. Se estaban quedando en casa y cuidaron de Michelle mientras estuvimos fuera. Al entrar me encontré a ambas muy entretenidas con mi pequeña.

—¿Cómo les fue? —preguntó mi madre.

—Bien —sonreí.

Paul sonreía también, me dio un ligero apretón en la mano y le miré.

—Deberíamos contarles —susurró Paul.

—¿Contarnos qué? —dijo Juliette acercándose rápidamente con Michelle en sus brazos.

—Bueno...es algo que sabemos hace un tiempo pero no queríamos contarle a nadie hasta no estar seguros de que todo estaba bien...

—Pero ¿qué es? —insistió Julie dándome un pequeño empujón.

—Juliette —la reprendió mi madre, serena.

Tomé aire sin poder desprenderme de la alegría y miré a ambas para darles la noticia.

—Estoy embarazada.

—Oh, cariño, eso es hermoso. —Nos abrazó a ambos mi madre. —Me alegro mucho —tocó mi vientre.

—¿Cuánto tienes? —preguntó Julie feliz.

—Dos meses. —Miré a mi madre. —¿Sabes? No he tenido malestares como con el embarazo de Michelle.

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