Te apoyaremos.

1.4K 62 3
                                    

Mediados de Enero de 1965. Nuevo año. Nuevas noticias. Nuevos retos. En diciembre me enteré que estaba embarazada. Actualmente tengo un mes y medio. Diciembre del 64 fue un mes con sorpresas. Maureen y Ringo se comprometieron, se lo tenían bien guardado. Creo que serán un gran matrimonio, son una linda pareja. Me encontraba en casa cuando sonó el teléfono.

—¿Diga?

—Caroline, hola...

Era Maureen, sonaba algo nerviosa.

—Hola, Mo ¿qué sucede?

—Necesito que nos juntemos, por favor. ¿Puedes? —suplicó.

Tenía unas cuantas cosas que hacer, pero la voz de Maureen me preocupó. Decidí aceptar. Acordamos juntarnos en un parque a conversar.

—Está bien, en diez minutos estoy ahí —dije antes de colgar.

Tomé mi abrigo, me asomé a la ventana. Un manto de nubes grises cubría el cielo. Creo que no fue la mejor idea acordar juntarnos en el parque. Tomé un paraguas y me marché. Mientras buscaba un sitio donde estacionarme, miraba alguna cafetería o algo cercano donde huir si comenzaban a caer gotas.

Bajé del auto y caminé hasta el parque. A estas alturas de la Beatlemanía nosotras también debíamos pasear muy tapadas. Podíamos perder unos cuantos mechones de cabello, sufrir unos cuantos rasguños o que nos sacaran un ojo solamente por ser parejas de alguno de los cuatro de Liverpool. Iba muy bien tapada, por suerte era invierno y no llamaba tanto la atención.

—Caroline —escuché la voz de Maureen. Levantó su mano.

Me acerqué a ella. Vi algo en sus ojos, quizá miedo. Me asusté al verla así. Ella me abrazó.

—Que bueno que viniste.

—¿Qué sucede, Mo? —pronuncié sin comprender.

Unas gotas comenzaron a caer. Miré el cielo.

—Mejor vamos a otra parte —propuso.

Comenzamos a caminar, sugerí a entrar a una cafetería, pero Maureen se negó. Miré la entrada, se encontraba un grupo de chicas adolescentes. Finalmente nos quedamos en mi auto.

—Caroline...tú eres la única amiga que tengo en Londres, una de las pocas personas en quien puedo confiar.

Mo y yo establecimos una buena amistad desde el principio.

—Maureen, me estás preocupando...

Ella agachó su cabeza. Luego levantó lentamente su mirada sombría y una lágrima cayó por su mejilla.

—Estoy embarazada —apenas lo pudo decir pues seguidamente rompió en llanto. —Tengo un mes. Cuando me enteré quedé estupefacta...

Mo solo tenía 18 años. Me recordó a mí.

—Tranquila. —La abracé.

—No puedo estarlo. ¿Cómo se lo tomará mi familia? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué dirá Ringo? —decía entre sollozos.

—Mo...Maureen Cox, escúchame —dije para ganarme su atención. Lo conseguí, ella paró su llanto—. Un bebé es una bendición. Tu familia te apoyará, si no lo hacen, recuerda que nosotros ahora también somos tu familia y sabes que siempre contaras conmigo. —Le sonreí—. Vas a tener ese bebé, eso es lo que harás. Y estoy segura de que Ringo se pondrá muy contento. —Le di otro abrazo.

Ella lloró nuevamente, esta vez el llanto era más calmado. Se apartó un poco de mí y me miró. Sonrió débilmente.

—Tengo que ir a la clínica —le dije—. Puedes acompañarme y luego podemos ir y dar una vuelta para que te relajes...

I will. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora