Amor Platónico ➳ j.b

27. "Tú, seguramente"

Andrea miraba a Justin y luego me miraba a mí, luego de mí a Justin con sus ojos bien abiertos. Ella gesticulo algo que no pude entender.

-Me voy unos segundos, Cyrus me... Um, él me llama.- dijo Andrea inventando una excusa.

La miré pidiendo auxilio pero ella aún así se fue.

Miré a Justin, el tenía sus manos cruzadas bajo su mentón mirando a la nada. Preocupada, toqué su brazo.

-¿Estás bien?- pregunté

Justin permaneció con su expresión neutra, poco después negó.

-¿Qué estaba pasando por su cabeza cuando decidió hacerse eso?-dijo, mirándome.

-Tú, seguramente. - susurro

-¿Qué?- dijo

Él sabía de lo que estaba hablando, pero decir las palabras a las que me refería dolía, y mucho.

-Ella quiere llamar tu atención, porque aún te ama.- susurro, jugando con mis dedos.

Sentí el calor de sus manos envolver las mías, las observé unos segundos y un absurdo pensamiento cruzó mi mente.

«Sería lindo sí pudiera tomar sus manos así todos los días »

Pero vamos, era imposible.

-Ella ya no tiene mi atención. - dijo apoyando su cabeza en mi hombro.

-¿Está-as seguro? - pregunté, aturdida por su olor varonil y el olor de su shampoo.

-Aún me siento muy mal, ya sabes, con todo esto del engaño y eso. Pero una parte de mí no quiere y no puede confiar de nuevo en ella.- dijo, acariciando mi mano con las yemas de sus dedos.- Sí puedo ponerme los cuernos una vez ¿Por qué no puede haber una segunda? La confianza se pierde en unos segundos arrasando con todo lo que rodea aquello.

-¿Ya no quieres volver con ella?- susurré

-No puedo. Ella metió la pata. Todos merecen una segunda oportunidad, pero perdonar una infidelidad es como... Tirar un plato al suelo, ya sabes, jamás vuelve a como era antes.

Justin suspiró y siguió acariciando mis manos, jugando con mis dedos y dibujando líneas imaginarias en mi palmas.

[...]

-Sí volteas, puedes ver la pintura que dibujó el campesino Henry Edwards en 1433, tratando de capturar la imagen de su granja siendo absorbida por las llamas.

El profesor hizo que todos nos detuvieramos y nos paráramos a "Apreciar una maravillosa obra de arte ", siendo que sólo era una cosa café cuadrada con toques rojos en el suelo.

Debo admitir algo, las personas de ese siglo eran bastantes ignorantes en el aspecto artístico.

Al fin, salimos del cuarto museo que entramos hoy y el mismo bus que nos recogió estaba aguardando por nosotros afuera.

Fui la primera en subir y sentarme en uno de los asientos, bebí de mi botella de agua al seco y estire mi cuerpo en el asiento, Andrea llegó poco después y se lanzó de la misma forma que yo.

Pronto, todos ya estaban arriba del bus y éste arrancó.

La verdad es que no sabía qué hora era ni cuando llegamos a la cabaña, solo sabía que estaba sobre mi cama con las sábanas rodeando mi cuerpo y algo demasiado calentito a mi lado.

Voltee y me encontré con la espalda tonificada de Justin con la cabeza agacha. Estire mi mano para tocar su espalda, pero esta era como un holograma borrándose. Su figura se disolvió como el agua y pronto estaba sobre mí, acercó su rostro a mi oído y susurró:

-Yo no te amo.

Salté de mi lugar y me encontré con la cara preocupada de todos mirándome.

-¿Estás bien cariño? - preguntó la maestra Collins.

Me senté en el asiento y miré a mi alrededor, aún estaba sobre el bus. Mi hermano, Elliot, Andrea, Matt y Justin me miraban aún mas preocupados.

-¿Que ocurre? - dije

-Al parecer te has desmayado mientras dormías. - dijo Andrea.

-No despertabas.- dijo Mike

-¿Tu cabeza te duele, sientes nauseas?- preguntó la maestra

-Estoy bien.

Me levanté del asiento y tomé mi mochila, todos me miraban esperando un tipo de reacción extraña en mí, pero todo estaba okay.

-Debió ser por el calor, maestra.- dije

Seguramente debió ser eso, porque el calor qué nos acompañó hoy era infernal.

-Ve a descansar, sí quieres puedes cenar en tu cabaña. - dijo la maestra

Asentí y me hice camino para bajar del bus, seguida de mis guardaespaldas conocidos como: Amigos.

A pesar de qué me "dormí", estoy muy cansada. Caminé lo más rápido que pude hasta mi cabaña, entré y arroje mis cosas al suelo y me lancé a la cama. Los chicos entraron segundos después.

-¿Segura que estás bien?- escuché la voz de Elliot.

-Por supuesto, solo estoy muy cansada.- dije

-Iremos a nuestra cabaña, sí quieres nos llamas y nosotros venimos a dejarte la comida o cualquier cosa que necesites. - escuché a Mike

-Gracias.- dije sin abrir mis ojos

Escuché la puerta abrirse y luego cerrarse de un pequeño golpe.

En ese momento, pensé que Andrea se había quedado conmigo, pero no oía voces, ni un movimiento.

-No mientas ¿Te sientes bien?- escuché a mis espaldas.

Salté de la cama y me encontré con la cara de Justin, el se rió de mi repentino acto.

-¿Que haces?- pregunté

-Me quedaré a cuidarte - dijo, encogiéndose de hombros

-No necesito qué te quedes, estoy bien. En serio.

-Que te desmayes de la nada no es normal.

Bufé y me volví a lanzar a la cama. Sentía mi cuerpo muy pesado y mis ojos ya no daban más.

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En multimedia:

Matthew Espinosa como Elliot Shaw