Amor Platónico ➳ j.b

53. "¿Es lo que estoy pensando?"

  ―Muy bien, muy bien ¿Listo?―pregunté, a lo que él asintió.

  ―¡Lánzala luego, abuelita! Demoras mucho― gritó él

Lancé la uva, a lo que fallé. Luego un par más y ambas entraron en su boca.

―¡Whoah!― gritó Justin― ¡Más!

Reí y le lancé todo el frasco una por una, a lo que solo unas tres entraron en su boca.

―Eres un imbe...― el sonido de la puerta nos asustó a ambos. Justin enseguida volvió a su posición normal.

―¡Mamá volvió! Recoge las uvas― gritó, a lo que ambos nos lanzamos al suelo para recoger las uvas rápidamente.

―Muy tarde, chicos― escuchamos la voz de Pattie, con una pequeña risita.

―Aguarda...― dijo Justin y ambos nos levantamos― ¿No estás enfadada?

Pattie soltó una carcajada y Justin y yo nos miramos totalmente confundidos.

―¿Que ocurre, Pattie?― levanté las cejas, pícara―¿Es lo que estoy pensando?

Pattie tenía una enorme sonrisa en su rostro, que por más que trataba de quitarla, no podía.

―Creo que sí―dijo ella, a lo que chillé y ella no pudo evitarlo.

La verdad, Pattie parecía más adolescente que yo.

Al parecer, Pete- el entrenador del equipo enemigo de Justin- formalizó las cosas. 

―¿Qué celebran?― preguntó Justin.

―Luego hablaremos de esto, hijo―dijo Pattie, ella me guiñó el ojo y se retiró de la cocina.

 Justin no quitaba la cara de extrema confusión que tenía, mirándome como pidiendo explicaciones. 

―¿Por qué tú sabes cosas de mi propia madre y yo no?― dijo, con una sonrisa.

―Porque son cosas de chicas... ― dije, sentándome sobre la encimera.

―Esta bien, señorita― dijo Justin― Ya que, has ayudado a mi madre con lo que sea... Debo pagarte.

Lo miré con una sonrisa y con el ceño fruncido.

―¿Que pago vas a darme?― pregunté

―¿Qué tal una cena hecha por mí? 

―Oh aguarda... ¿Sabes cocinar? 

― Claro que sí, nena.

― ¿Y qué más sabes hacer?― levanté una ceja

―¿Y sí te digo mientras hago mi especial? 

Asentí y me bajé de la encimera, pero Justin enseguida tomó mis caderas y me devolvió a mi lugar.

―¿Qué crees que haces?― dijo 

―Iba.. A ayudarte, Justin― fruncí el ceño

―Claro que no. Quédate ahí y me hablas o haces cualquier otra cosa mientras YO cocino― hizo énfasis en "Yo"

― Sí señor― hice un saludo militar. 

 [...]

―Toco la guitarra, um.. El piano, la batería y... Canto― dijo.

Lo miré fascinada mientras el observaba el horno.

―Creo que eso está listo― dije

Justin se levantó y tomó un paño de cocina y abrió la puerta del horno y de este sacó una bandeja con las quesadillas en ella.

Se veían deliciosas, joder. 

Justin cortó unos trozos y los repartió en unos platos, me senté en la mesa al mismo tiempo que él dejaba el plato en frente de mí, luego se sentó de otro lado de la mesa igualmente frente a mí.

  ―Creo que me pasé un poco con la sal― dijo, mirándome mientras llevaba el primer bocado a mi boca.

Cerré los ojos, fascinada con los sabores de esta maldita cosa.

  ―Tienes manos de ángel― dije, mientras me llevaba otro trozo a la boca.

―¿Te gustó?― rió

―Me encantó, Bieber―dije, sin poder parar de comer.

Luego, seguimos comiendo y hablando de un montón de cosas, la mayoría sin sentido. Tuve que servirme un pedazo más, porque de verdad que estaban deliciosas.

  ―Creo que es hora de irme a casa― dije, levantándome de la mesa y recogiendo los platos.

―Deja eso, lo haré yo.― dijo, tomando mis manos haciendo que suelte los platos.― Te iré a dejar a casa.

―No es necesario, puedo tomar...

―No tomarás el autobús, _____― dijo, tomando las llaves de su auto y ambos salimos de casa, no sin antes yo despedirme de Pattie.

Me subí al auto y enseguida Justin arrancó, pasando por las super conocidas calles para mí hasta dejarme frente a mi casa.

  ―Gracias por traerme.― dije, asomandome por la ventana― Dime como te fue en tus exámenes. Mañana nos vemos, Biebs.

―Nos vemos, nena.― dijo, lanzándome un beso.

 Ruborizada, me di vuelta y camine hasta el porche de mi casa, con una gigantesca sonrisa plasmada en el rostro.