Amor Platónico ➳ j.b

Epílogo

  "El sonido de su voz la hizo
trizas."

―¿Cariño?― la madre de _____abrió la puerta de su casa, encontrándose con la imagen devastada de su hija, quien no dudó en lanzarse a sus brazos.―¿_____ cariño, que ocurrió?

―Él no me ama, mamá― sollozó la joven, dejándole saber a su madre y a su mejor amiga-quien las observaba desde atrás- cuán destrozada estaba.

Andrea la observó con pequeñas lágrimas atascadas en sus ojos, sintiendo el dolor de su amiga. Mientras que su madre, estaba preocupada por el profundo dolor que invadía el corazón de su propia hija.

Pronto, el padre de _____ bajó las escaleras con su pijama puesto con un vaso en su mano, el cual dejó caer en cuanto vio el estado de su hija.

―¿Que ocurrió? ¿Estas bien, mi amor?― preguntó él

Era claro, ella no estaba bien.

Los sollozos y la falta de aire no dejaban hablar a _____, a pesar de qué sus lágrimas hablaban por ella. El dolor en su pecho era mucho más doloroso que cualquier otro dolor que ella haya experimentado en toda su vida.

A su corta edad, jamás pensó sentirse de esa manera ni mucho menos sentir semejante dolor. A su corta edad, pensó que había encontrado al chico que sería su media naranja para el resto de su vida...

Pero la situación cambió cuando aquel chico, no pensaba de la misma manera.

Era duro de analizar y duro de asimilar.

Mucho más para ______; quién, resultó tener una decepción amorosa muy grande.

―Cariño, cierra la puerta y tráeme un vaso de agua por favor― se dirigió a Andrea, el padre.

Andrea se retiró rápidamente a conseguir el vaso de agua mientras _____ era arrastrada al sofá por sus padres.

―Cariño tienes qué ser más clara conmigo ―dijo el padre.

―Problemas... De amor, cariño.― susurró la madre en el oído de su esposo.

Cooper, miró a su hija yaciendo destrozada en el sofá, ahogándose en sus propias lágrimas. La joven no sentía nada más que desilusión y mucho dolor, dolor puro..

Un dolor que no se quitará en un día o dos, tomará tiempo.

―¿Justo otra vez?― preguntó el padre, _____ enojada le contestó.

―¡Su nombre es Justin, Justin jodido Bieber! ¿Sí?― dijo ella, pero la intención de su padre no era hacerla enojar, sino que  hacerla reír con ese apodo que le había otorgado al rompe-corazones, pero esta no era la situación para gastar bromas.

Ella sollozó al volver a mencionar su nombre, tragando duro con el inmenso nudo que estaba instalado en la mitad de su garganta.

No había forma de comprenderla, porque nadie en esa habitación había estado en su lugar, excepto Andrea, pero ella aún no regresaba de la cocina. No había forma de comprenderla de ninguna manera, tanto como verbal y sentimental; porque mientras ______ hablaba, algo parecido al hipo y un millón de sollozos, los cuales tomaban gran parte de su respiración impidiéndole la claridad en sus palabras.

 ―Cariño....―  dijo su madre, tratando de comprender a la joven, quién apretaba su pecho y se balanceaba de adelante hacía atrás. 

Ella se levantó del sofá y dejó todas sus cosas tiradas, subió las escaleras y se encerró en su habitación. Le puso seguro a la puerta y se lanzó a la cama.