Azazel

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—No-no puede ser... —dejé caer la espada de mis manos y me tapé la cara.

"Diana... Estás aqu...".

—Di-di... —tartamudeé.
Ella se levantó y me derribó al suelo, dándome un golpe en el cuello. Esta vez, ella me apuntó con mi propia espada.
—Ahora quién gana, ¿eh?
De repente, alguien entró.
—¡Darkia! ¡Detente! —Era la diablesa.
El ángel miró hacia atrás y alejó el arma. La demonio vino hasta donde estábamos y se puso en medio.
—Sublatti, ¿qué ocurre? —dijo.
—Darkia, escuché que uno de los soldados dijo su nombre... Es... Mi hijo, Darkia. Te lo suplico, no le hagas daño...
¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? No entendía nada.
—Azazel... Cuanto has crecido... Eres idéntico a tu padre.
—No comprendo nada, ¿quién eres? —contesté.
—Yo soy tu madre. Sé que es extraño... —acarició mi mejilla. 
No podía ser.
—Tu padre seguro que estaría muy orgulloso de ti —me agarró los hombros.
Empezó a llorar y me dio un gran abrazo. Yo estaba en shock.
—¿Eres mi madre? Él jamás me habló de ti... Solo dijo que eras distinta al resto... —le pregunté.
—El nombre que tienes era uno de mis padres. Me alejaron de ti cuando eras muy pequeño.
Sonreí. Había encontrado a Diana y a mi progenitora. Estaba lleno de alegría. Me dirigí a su compañera.
—Lo siento, Darkia. Perdóna... —Había desaparecido. 
—No te preocupes, ya vendrá. Ella es así.
—Está bien, será lo mejor. Debo contarte algo... Yo me alié con Satanás y traicioné a papá, al cielo... Yo... Fui un idiota.
Ella no dijo nada, tan solo rió. Su pelo corto negro y sus ojos verdosos me conmovieron.
—Le serví toda mi vida, hasta que conocí. Satan me mantuvo encerrada veinte años después de aquella pelea. Siempre quise verte crecer, por desgracia... Estoy aquí contigo, mucho después...
—Casi veinticinco.
—¿Te gustaría hablar y conocernos? Mientras Darkia se recupera de lo que tenga, si quieres.
—Me encantaría. Tengo que desahogarme un poco...  


Dirty Angel©(#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora