Era el día. Tenía que luchar con el monstruo. Darkia me obligó a ayudarle.
Esta vez, no vino a despertarme ella, sino mi madre.
—Azazel, hijo. Levántate. Te están esperando.
Me froté los ojos y le sonreí mientras me levantaba. Se fue y cerró la puerta. Todavía no me había acostumbrado a tener madre. Era una sensación extraña. Y respecto a Darkia... Es otra cosa. Me hacía latir el corazón, pero, al mismo tiempo, miedo. Veía tanta oscuridad en ella... ¿Qué pasó con sus blancas alas? Nunca había escuchado que cuando un ángel caía, su aspecto también. Su mirada no mostraba maldad y parecía que fuera la mala. Siempre creí que en su interior había un ángel bendito. Sigo sin explicar cómo pasó a odiarle hasta matarla a...
—Por fin te has despertado —se asomó el ángel.
—Me prepararé en un momento, si no te importa.
—Date prisa. Quiero acabar con esto de una vez. Te espero en la puerta.
Me vestí y cogí mi espada. Ella iba con una armadura con un color grisáceo con reflejo morado. Sería de algún hechizo o algo así. Llevaba su espada metida en la funda. Hablaba con mi madre, avisándole de que no entrasen ni interrumpiesen. Se puso en la entrada, a mi lado. Ella tiene confianza, y yo miedo.
—Antes de entrar, quiero que te pongas detrás. Intentaré controlarlo y, si no puedo y me ataca, tú entrarás en acción y nos lo cargaremos. Por lo que he visto no será difícil de hacerlo.
—Está bien —escondí mi arma.
Abrió la puerta y entramos. Era horrorosa, por así decirlo. Sabía que era Hotofarvus, el monstruo y creación de Satanás. El más fuerte de todos, pensaba que podía ser parte de él.
En su cuello llevaba un colgante de púas enormes.
Darkia se acercó a éste, ya despierto.
—Criatura, apártate.
Le mira ignorándole.
—¡Soy tu dueña! ¡Obedece!
—YOOOO NO TENNGO AMOOO —gritó llegándonos desde lejos su aliento.
—Sí... Soy...
—ESSEEE ANGELLL. TU DEBERR MORIRRR.
—Eso ya lo veremos —se puso en combate, sabiendo lo que pasaría.
El monstruo levantó el brazo y la bajó para golpearle. Ella lo esquivó y se puso a mi lado.
—Creo que no funciona. No es una bestia suya.
—Entonces... Debe morir.
Los dos volamos hasta él y lo golpeamos con las espadas. Un montón de trozos de carne y líquido salían de su cuerpo. Era asqueroso verlo.
—Es una bestia muy lenta e inútil.
De repente, dos púas de su cuello salieron disparadas hacia nosotros. Ella lo esquivó y a mí me rozó rasgando mi armadura. Seguimos peleando y dando pegando, pero no se podía. Una lluvia de agujas salió disparada.
Los dos caímos heridos, pero aún podíamos luchar.
"Creía que sería fácil de matar. Esas espinas no me gustan" —pensé.
Volví a la carga con la llama de mi espada. Darkia tampoco lo hacía mal, y se le notaba cansada.
—¡Azazel! ¡Es una tontería seguir!
—¿Qué? ¡No puedes abandonar! —exclamé en la distancia—. ¡Tienes que seguir!
—¡Nos matará con las púas que tiene en el cuello si lo dispara! ¡Ni siquiera mi armadura mágica podría!
—¡No abandonaré!
En ese momento que iba mal, empezó a ir a peor. Comenzó a expulsar como flechas las gruesas espinas por todas partes. Salían y se recomponían infinitamente. Evitarlas era complicado. Decidí ir al suelo porque estaba cansado de utilizar mis alas. Me resbalé al suelo al aterrizar. Una de esas cosas iba a por mí. Cometí un error. Cerré los ojos justo antes de que pasara. Pero...
No sentí que se clavaba en mi cuerpo, viendo que lo hacía en otro. Se interpuso en medio. Me salvó.
—Da-arkia no...
Se derrumbó y vi donde estaba incrustado. En el estómago. Iba a morir. Me arrodillé y sostuve su cuerpo.
—No te vayas... Darkia... No-no me dejes...
—Azazel... Estúpido... Yo... -agonizaba mientras se desangraba.
—No puedes irte... No me abandones de nuevo... ¡Lo siento!
Sus ojos estaban cerrados. Agarré su rostro entre mis manos.
—No... ¡Darkia! No no no, contéstame, eres una diosa... Fui un estúpido... Creía... Te encontré y ahora... Darkia... Por favor...
Le di un pequeño beso en sus cerrados labios y me incorporé. Miré a mi enemigo con odio.
—Tú... Le has matado... ¡LO PAGARAS!
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Dirty Angel©(#2)
FantasyDespués de vencer a Satanás y cumplir su venganza, Darkia está muy ocupada con el nuevo reino. Pero ser reina es muy difícil para ella, ya que en las batallas o misiones le impiden ir. Aunque tenga complicaciones, ella quiere cumplir un deseo y, par...