Eran dos, como me habían informado. Un ángel y una diablesa. Lo que más me sorprendió fue el aspecto de una de las. Su pelo negro, sus alas y su gran altura... No eran comunes de un ángel. Se acercaron e inclinaron la cabeza con educación.
—Buenas, viajeros. Soy el comandante de los cielos y llevo unos días esperando su llegada. Me informaron de unos hechos muy impactantes: Satanás fue asesinado por alguien, ¿estoy en lo cierto?
—Es verdad —contestó el demonio.
—¿Quién fue de ustedes? —las señalé.
—Fui yo —dijo el extraño ángel—. Darkia y soy la reina de los demonios. Y vencí a Satanás.
—Entiendo —crucé los brazos—. ¿Qué os trae por aquí?
—He venido por dos motivos y uno de ellos es obtener respuestas
Lo sabía. Venía a reclamar el cielo. Pero, ¿por qué ha venido acompañado de un sólo demonio?
—¿Qué deseas saber? —repuse.
—Lo primero, quiero unir cielo, Tierra e infierno...
—Los ángeles y los demonios nunca volverán a estar juntos. ¡Nunca! —grité, interrumpiendo
Uno de los soldados que tenía a los lados me susurró:
—Comandante Azazel, mírele por encima de la cabeza. Tiene una aureola.
En eso no me había fijado. Sabía que era, pero no sé cómo lo había conseguido.
El ángel estaba enfadado. Se llevó la mano a la espalda y fue sacando su espada. Su acompañante le frenó sin dejar de mirarme. Parecía como si me conociese.
—Darkia, no...
Ella gruñó. Decidió guardar la espalda y vino corriendo hacia mí, con intención de atacarme.
—¡Miserable! ¡Cómo te atreves, capu...! Por mucha armadura y trono que tengas, serás un inútil. No me va a importar cortarte a cachitos como a quién servías... —estampó una mano contra el asiento a unos centímetros de mí. Ella... Imponía y daba miedo
—¡Guardias! ¡Detenerla! —ordené. Los dos soldados que tenía a mi lado, la inmovilizaron y la agarraron. Fui hasta ella y le agarré el rostro con desprecio—. No permitiré que tú tengas el cielo. Ahora, púdrete en las celdas.
Me mordió la mano y se libró de mi protección. Chocó su frente con la mía (teníamos casi talla, aunque ella era un poco más alta). Sus ojos se fijaron en los míos. Noté... algo extraño. Quería admirar más tiempo esos esos ojos, me atrapaban.
Aparecieron más guardias y a las dos las encadenaron y se las llevaron.
—Llevarlas a las celdas y vigiladles. Yo mando aquí.
El ángel me miró con odio y me gritó:
—¡No puedes hacerme esto! ¡Soy de los tuyos! ¿No ves las alas? ¡Hijo de p...!
—Tú nunca serás un ángel ni de los míos. Tú has hecho que él no me de lo que más quería, sufre las consecuencias.
Esta vez se marcharon y volví a quedarme solo. Palpé mi cuello, teniendo el corazón latiendo fuertemente. ¿Qué es esta sensación? No tuve el valor para salir y seguir contemplando.
"No, imposible, esto son tonterías. Es mi enemiga, ¿cómo lo hace para engancharme a su mirada? Es mejor que se pudra ahí, no lo aceptaré".
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Dirty Angel©(#2)
FantasyDespués de vencer a Satanás y cumplir su venganza, Darkia está muy ocupada con el nuevo reino. Pero ser reina es muy difícil para ella, ya que en las batallas o misiones le impiden ir. Aunque tenga complicaciones, ella quiere cumplir un deseo y, par...