Me gustas, Harry

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-¡Muere!-Grité desesperada lanzando el diario al retrete. Tiré de la cadena con las manos temblando del terror pero solo logré trancar el baño. El agua del retrete comenzó a ascender hacia la superficie hasta rebalzar y empezar a inundar todo el baño.

Salí corriendo de los baños para que no me culparan por lo sucedido. Ese maldito diario me estaba controlando. Él me obligó a hacer todo eso, a petrificar impuros, a escribir esos aterradores mensajes.

¡Petrifiqué a Collin!

Aunque el destino de Sucy tampoco fue muy bueno.

FlashBack

-¡Es muy tarde!

-¡No eres nadie para decirme lo que puedo o no hacer!

-¡Soy tu padre!

-Eres mi tío, y ni siquiera mi tío de sangre. Ahora, ¡déjame salir!

-¡No! ¡Querida, ven aqui!

-¿Qué son todos estos gritos?-Dijo mi tía entrando a la sala.

-Esta niña quiere salir de noche.
-¡Y este viejo no me deja!

-¡Más respeto, Deby!-Gritó mi tía, rodé los ojos con los brasos cruzados esperando que mi tío saliera de la puerta.

-¡Déjenme hacer lo que yo quiera!

-¡No mientras vivas bajo este techo!

-Bien, es mejor la calle.-Subí las escaleras y empaqué toda mi ropa, mis útiles y a Ellie. Cuando tube todo listo las cargué con magia hacia la puerta. No pueden expulsarme por hacer magia, ahora ya no tengo casa.

-¿A dónde vas?-Preguntó mi madre mirando las cosas en el aire.

-¿No me escuchaste? Prefiero vivir en la calle antes que con él o contigo.-No esperé respuesta y me dirigía la puerta pero mi tía se interpuso.

-No puedes irte, tienes once años. ¡Este es tu hogar!

-¿Tu crees que esto es mi hogar? Fue mi encarcelamiento de mi verdadero hogar, Hogwarts. Tu, y ese hombre me encerraron aquí mientras que yo debí haber crecido rodeada de magos, hechizo y pociones, en lugar de eso, crecí rodeada de muggles y una maldita squib. En este "hogar" me mintieron sobre toda mi vida, allí son sinceros y no se ocultan cosas. Ahora si me permites, tengo mejores cosas que hacer que estár complaciendote con mi presencia.

Salí apresuradamente de la puerta sin esperar alguna respuesta, y la cerré de un portazo. Tenía varias cosas que hacer esta noche, pero primero debo ir a la casa de Stewart.

Eran aproximadamente las 11:35 p.m por lo que debía estár durmiendo, subí sigilosamente su enredadera y abrí despacio su ventana. Estaba recostado en su cama con su pelo con risos desordenado haciendolo lucir realemente sexy. Lástima que hoy sufrirá mi venganza.

Vertí en sus labios un poción para dormir puesto que tenía el sueño ligero y podría despertar. Hubiera estampado un beso en sus labios rosados si no fuera por la poción.

Saqué sus pantalones y los cambié por una minifalda blanca con puntos rojos, saqué su remera y la remplazé por un sostén azul de un lado desprendido. Apliqué glos rojo en mi labios y comenzé a repartir besos por todo su rostro.

Un ruido se escuchó en las escaleras y supe que era el momento de salir corriendo, el efecto de la poción solo duraba quince minutos asi que si la madre de Stewart entra en cualquier momento a la habitación verá a su hijo de once años como si fuera que acaba de tener sexo.

¡Punto para Deby!

-¡STEWART!-Se escuchó en la casa cuando ya estaba un poco más lejos, sonreí. Ahora le toca a Sucy.

La Heredera de SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora