La Heredera de Slytherin

La seremonia de selección

Salí bufando del agua, mientras me sacudía como perro mojado. 

-¡Deby!-escuché como exclamaba Tessa mientras se acercaba corriendo hacia mí-¿Te encuentras bien? 

-Si-le respondí ditraída, en lo único que pensaba en ese momento era en la carta de Stewart. Una lágrima se deslizó por mí mejilla al recordar que la había perdido, y que ahora se encontraba volando por el oscuro cielo. 

-Vén, vamos con los demás-dijo mientras me abrasaba fuertemente contra ella para dárme calor.

Cuándo llegamos allí, todos se acercaron para mirarme, y el gigante me miró pasamado. 

-¿Te encuentras bien?-me preguntó examinándome detenidamente, me limité a asentír, no era capaz de pronunciar una palabra-¿Tienes frío?-negué agachando la cabeza-¿Segura qué estás bien?-asentí aún con la mirada en el piso-¿Serás capaz de continuar el camino hacia el castillo?-siguió insistiendo el gigante 

-Si-dije cansada de tantas preguntas, levanté la cabeza para mirar al hombre a los ojos-Estoy bien, ¿si?-sonreí falsamente. Él me miró inseguro pero contestó: 

-Está bien-dijo inseguro-¡Todos a los votes! ¡Rápido, rápido! 

Los alumnos comenzaron a avanzar pero con Tessa nos quedamos atrás.

-¿Segura qué estás bien?-me preguntó mi amiga mirándome preocupada 

-¡Si, Tessa!-exclamé molesta-No me hagas un interrogatorio como Hagrid 

-Bueno, ¡sólo me preocupaba por tí!-exclamó dolida. Suspiré.

-Gracias por tú preocupación pero estoy bien-dije fírme, aunque claramente no lo estoy-Ahora vámos o nos quedaremos atrás-ella asintió no muy convencida pero no protestó.

Cuando llegamos con los demás, nos subimos a unos botes. A Tessa y a mí nos tocó con un muchacho que se me hacía vagamente familiar. Saqué esa idea de mi cabeza, yo no conocía a nadie del mundo mágico, ¿verdad? 

Los botes comenzaron a moverse, y conforme avanzábamos por el lago un gran castillo se hacia visible. Se escuchó un "wow" general, simplemente era lo más fantástico que había visto en toda mi vida.

-Hogwarts-murmuré fascinada

Bajamos de los votes y nos dirigímos (junto a Hagrid) hacia la parte trasera del castillo. De ahí, comenzamos a avanzar hasta llegar a unas grandes escaleras y adentrarnos al castillo. 

Unas grandes antorchas iluminaban el cálido lugar, me sentía tan bien de estar ahí, me sentía como en casa. No me arrepiento de a ver venido.

Seguímos avanzando por las escaleras que parecían infinitas.

-¿Cuándo terminan estás escaleras?-le pregunté a Tessa con la voz cansada

-No lo sé-me respondió igual de cansada que yo-Pero me dijeron que estas son bastantes cortas a comparación de otras

La miré espantada:

-¡Si estas son las cortas no quiero imaginarme como serán las largas!-exclamé horrorizada. Tessa rió.

Cuando, por fín, llegamos al final de las escaleras. Una señora bastante seria nos esperaba al final de ellas

-Son todos suyos profesora-le comunicó Hagrid para después retirarse del lugar

-Bienvenidos a Hogwarts-dijo con una voz seria y fírme la señora-Mi nombre es Minerva McGonagall, soy la jefa de la casa Gryffindor. En unos segundos pasarán al gran comedor con el resto de sus compañeros para ser asignados a una casa. Esas son Gryffindor, Huffelpuf, Ravenclaw, y Slytherin.-se cayó para ver que todos prestemos atención, y como vió que todos estaban callados, siguió-Mientras estén aquí su casa será como su familia, con sus triunfos ganarán puntos, sino respetan las reglas los perderán-todos se quedaron en completo silencio meditándo sus palabras-Esperen aquí-informó y se fué. En cuanto la proferosa avandonó la sala un bullicio general se hizo presente.
-¿Cómo es la seremonia?-le pregunté a Tessa. Se encongió de hombros.