CAPÍTULO XXXIII

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POV CAROLINE

Me dejo caer sobre la cama rendida por el ensayo de esta mañana. Dios, mis piernas y brazos duelen. Luego de un rato me levanto para ir a la ducha por la incomodidad del sudor en todo mi cuerpo, me apresuro a salir de mis ropas deportivas y entro me deslizo en el agua tibia, la cual relaja mis tensos músculos. Mis pensamiento se dirigen a la mañana del domingo, donde en esta misma ducha Klaus y yo, nos hemos de cierta forma despedido entre caricias y promesas de amor. Apenas han pasado veinticuatro o tal vez veintiséis horas desde que nos separamos y ya lo extraño demasiado.

Cuando salgo de la ducha doy un brinco sobresaltada al ver a Rebekah recostada sobre la cama. Suelta una risita y se incorpora dejando su celular sobre el buro.

Siento haberte asustado – Murmura, le saco la lengua y camino hasta mi closet para buscar algo de ropa que ponerme.

¿Cómo estás? – Le pregunto sentándome a su lado flexionando mis piernas sobre el colchón. Ella se muerde el labio inferior con nerviosismo y la veo mirar alrededor de la habitación. Enseguida capto que algo le ocurre -¿Qué te ocurre?

Bien, te lo diré – Masculla apretando sus manos y se acomoda justo frente a mí – Me acosté con Damon. – Siento como el aire abandona mis pulmones y parpadeo varias veces mientras un escalofrió me recorre la espalda.

¿Tú qué? – Pregunto incrédula, incapaz de entender lo que me está diciendo. Bueno, claro que lo entiendo, es solo que ¡Ay demonios, no puedo creerlo!

¡Dormí con Damon, tuvimos sexo, nos enrollamos, follamos! – Exclama alzando las manos en el aire. Abre la boca para seguir pero levanto una mano indicándole que se detenga.

Para, ya lo he captado no soy tonta – Le digo y entonces la veo hacer una mueca.

No estarás molesta ¿O sí? – Pregunta. Un punzón de molestia se clava en mi pecho. ¡Dios estoy molesta! No, no, no. Es algo que no debe importarme, él es libre. Él puede acostarse con quien sea ¿Pero porque demonios con Rebekah?. Detente ahí Caroline, dice aquella vocecita en mi interior. – Tu misma dijiste que entre tú y él no había nada. Que solo eran amigos. Y bueno has arreglado las cosas con mi hermano.

No, por supuesto que no me molesta – Me cuesta pronunciar las palabras, es como si quemaran mi garganta – Me has tomado por sorpresa... - Ella me observa examinando mi rostro, es obvio que está buscando alguna pisca de molestia, enojo o cualquier otra cosa que la haga asegurarse de que miento. Pero me mantengo firme. - ¿Y qué pasará con, Matt? ¿Vas a terminarlo?

No – Responde con una sonrisa – Solo voy hacerlo sufrir por unos días, tal vez semanas. – Frunzo el ceño confundida – Se lo merece, Care. Me ha tratado como mierda. – Su teléfono comienza a sonar y se estira para tomarlo – Es él, de nuevo. – Rueda los ojos y pulsa ignorar en la pantalla.

Un rato después de escuchar los planes maquiavélicos de Rebekah para hacer sufrir a Matt, por su abandono, los cuales son demasiado crueles y creo que ni siquiera a mí se me hubiera ocurrido algo como eso; bajamos hasta la sala de estar encontrándonos con Kol y Bonnie. Están viendo una película acurrucados sobre el sillón. Los acompañamos sentándonos en el otro sillón. Mi vista se queda fija en la pantalla tratando de agarrar el ritmo de la película que ya está algo adelantada, por lo que alcanzo a entender, la chica que interpreta el papel principal está luchando contra una grave enfermedad. Una vez que le agarro el hilo a la trama, simplemente me quedo embobada hasta que la película llega a su fin y algunas lágrimas se resbalan por las mejillas de las tres chicas que estamos aquí, incluso he visto a Kol derramar una pero rápidamente se ha limpiado el rostro con la manga de su chaqueta.

The Sound Of Your Hearbeat(Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora