La novia de mi primo.

Capítulo 1.

Capítulo 1.

POV. AINA.

-Simplemente no puedes hacerme esto, ya me quitaste mi cuarto de revelado de fotos cuando tu hija decidió volver porque el estúpido de su novio le echó de su apartamento y se acostó con otra - me crucé de brazos enfadada.

-Sí, pero aquí también puedes revelar las fotos- se encogió de hombros.

-¿Cómo?- reí nasalmente y con ironía- Si cada vez que lo hago entra alguien en mi habitación y destroza todo mi trabajo - cada vez que las dejaba adecuadamente y me tumbaba en la cama esperando los buenos resultados alguien de esta estúpida cada abría la puerta y me echaba el trabajo a perder.

-Di lo que quieras, sabes que las cosas van a salir como yo diga- dijo mi tía ya algo más enfadada - Mientras vivas bajo mi techo tendrás que acatar...

Me tapé los oídos- Para, ya me lo sé de memoria- rodé los ojos.

-La chica nueva se quedará en tu cuarto.

-¿Y por qué no duerme en el de mi prima?- dije con el cejo fruncido - Ah, ya, porque es tu hija y aparte de tener el cuarto más grande a ella no le molestáis.

-¡Basta! Vendrá esta noche con sus padres, tú te arreglarás y bajarás a cenar como si estuvieses contenta con la noticia, y como te vea tratarle mal te juro que esas cuatro - señaló al mueble blanco en el que descansaban mis cámaras sin meterse con nadie y tranquilas - Van por la ventana.

Rodé los ojos y me tiré a la cama, escuchando como cerraba de un portazo. Mordí la almohada y grité conteniendo un grito aún más alto.

GISELLE. POV.

Y añado a la lista de "decisiones que no he podido tomar por mí misma" la de tener que quedarme por unos meses en una casa con gente que no conozco, bueno, sólo conozco a uno, y no creo que sea la situación más comprometedora estar viviendo en la casa del chico con el que me he visto numerables veces este verano.

Al parecer papá tuvo la genial idea de aceptar un viaje de negocios en el que yo no participaba para nada.

Al parecer mamá tuvo la genial idea de subir un anuncio de internet con el título de "Necesitamos gente que pueda dar cobijo a una adolescente por unos meses, pagaremos bien por ello"

Resultó que la amable mujer que contestó es ni más ni menos que la madre del chico con el que me andaba besuqueando a escondidas en los callejones este verano.

Por supuesto que cuando supe la noticia les dije que si estaban locos, que podrían ser una casa de psicópatas que sólo querían violarme y matarme y que por qué no me llevaban con ellos.

La respuesta fue estúpida y sin espacio para cuestionar: Vamos Giselle, serán por unos meses, así no te vas de la ciudad y sólo tienes que cambiarte de instituto al del centro.

La respuesta de mi padre fue aún más estúpida: Te veo madura, lo eres, por eso te damos la libertad de dejarte unos meses sola en la ciudad, pero no te damos la libertad completa de que te quedes en casa viviendo sola, ¿entiendes?

No, por supuesto que no entendía, cualquiera estaría dando saltos y aplausos ¡Genial, mis padres me dejan sola por meses sin ningún tipo de observación!

Yo era más, ¡Genial, mis padres me dejan en casa de gente que no conozco y que me pueden hacer cualquier clase de cosas!

Así que la madre de Leo, porque es así cómo se llama su hijo, es decir, no mi novio, pero sí el chico con el que tengo algo, y mi madre han decidido organizar una cena para negociar y hablar de mi estancia en este infierno.