La novia de mi primo.

Capítulo 8.

Capítulo 8.

AINA POV.

                  

Sonreí despacio - Hola - susurré y ella soltó una suave risa para besarme de nuevo.

Acaricié su nuca despacio, siguiendo el río de bello que me llevaba hasta el inicio de su cabello y ella se apartó - Leo no tiene uñas- bajé la cabeza y quité mis manos con rapidez avergonzada. -Me encanta que me acaricies el pelo con ellas- sonrió y yo me levanté despacio para mirarla, cogió mis manos, las situó en sus hombros y las echó para atrás para que volviese al lugar en el que estaba anteriormente.

Ella se apartó muy muy despacio y miré a sus ojos, que ahora estaban en llamas, literalmente, era como si sombras bailasen en su interior, sus pupilas se dilataban para volver a hacerse diminutas y luego soltar un estallido en el que incluso el color amarillo estaba involucrado... tenía los ojos tan verdes... pero en este momento podía distinguir pequeñas franjas de colores más suaves, como un verde claro  o un marrón amarillento.

-Me alegra que hayamos hablado las cosas ... - susurró con una sonrisa.

-Ya sabes cerebrito, podemos hablar las cosas siempre que quieras - me insinué y ella sonrió.

-¿Por qué cerebrito?

-Te has saltado un curso, ¿no es obvio? - me encogí de hombros - Tienes dieciséis, no deberías estar en mi clase.

Cogió su barbilla pensativa - Sí... aunque las matemáticas que estamos dando ahora no las entiendo - asumió en voz alta - Soy más de deportes, ya sabes.

-No lo parece - ella me miró casi dolida y sonreí - Ya sabes, eres muy poquita cosa como para que te peguen un empujón y salgas por los aires para proteger sólo a una pelota de cuero, incluso eres poca cosa para saber de baloncesto.

-¿Y me lo dices tú? Doña juego al baloncesto en falda y dejo que se me vean las bragas cuando pego el salto - alcé una ceja y ella se puso roja.

-Sólo digo que eres muy femenina y te pueden hacer daño, y...- me miró y yo abrí mi boca para luego sonreír - ¿No hablas con Bethany? Nosotras no decimos bragas - rodé los ojos - Decimos Lumus, o Lumus Maxima, ya sabes, nos pareció divertido poner el nombre de un hechizo de Harry Potter- ella sonrió despacio.

-¿Lumus?

-Lumus, y si las Lumus están demasiado bonitas,  por ejemplo, son de encaje, te realzan el trasero o tienen un color elegante Lumus Maxima, como decir "Joder, ¿dónde te las has comprado? ¡Las quiero!"

Ella se echó a reír -Vale, pues me gustan tus Lumus de hoy- sonreí despacio. - Por cierto... todo esta semana... hmmm , ¿estás haciendo algo? Es decir te veo entrar y salir de la habitación con las cámaras y pasarte mirando fotos horas y horas...- sonreí despacio.

- Sí, tengo un gran proyecto pensado - dije hasta con brillo en los ojos - Será genial, te lo aseguro, se trata de hacer fotos a cada azulejo de la piscina rota a la que me seguiste el primer día y rebelar las fotos para pegarlas en la pared una a una, ¡Como si fuese una piscina de verdad! - aplaudí.

-¿No sería mejor hacer una foto imprimirla en grande y pegarla...? - susurró.

Hice un gesto de deje con la mano - Por favor, eso está muy visto, es más cool así.

-Bueno...- empezó a decir poco convencida.

-Será lo más kul de la skul- hundí mi dedo en su estómago haciéndole cosquillas y ella empezó a reírse.