Capítulo 29.

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Capítulo 29. 


GISELLE POV.

Nunca he sabido por qué un cúmulo de situaciones te obligan a acabar en otra totalmente diferente.

Nunca me he parado a pensar por qué soy así.

Por qué mis padres se conocieron, o por qué los limones son de color amarillo.

Nunca me he parado a pensar porqué el año se divide en estaciones, por qué las cosas cambian y por qué el tiempo te demuestra que esta teoría es totalmente cierta.

Nunca me he parado a pensar en por qué el tiempo cambia a las personas.

Yo he cambiado.

Miré a un lado y a otro, la calle desierta, los semáforos en rojo, el sonido de sirenas policiales de fondo.

Sudadera gris con capucha, maquillaje corrido y una mochila con escasa ropa cargando en mi espalda.

Cogí aire, miré de nuevo la pantalla del móvil.

Varias fotos habían sido subidas por Aina en diversas redes sociales.

Con Joe.

En fiestas, en playas, en paisajes increíbles, besándose, borrachos, tirados en el suelo...

En una semana.

Cogí aire y releí de nuevo la ubicación que estaba señalada con letras azules encima de la foto.

Esta mañana se encontraba en, San Diego, California , y hace dos días se dejó ver en Phoenix, Arizona.

Cargué su perfil para comprobar si había subido algo más recientemente y pude ver el lugar dónde más fotos había subido.

Empire, Luisiana.

No parecía un lugar en el que hubiese fiestas.

Su foto era con un vestido demasiado recatado para ella, su hermano, y tres señoras mayores con poca posibilidad de vida.

Fruncí el ceño y tirité al sentir la lluvia calar mi espalda, y con eso mis huesos.

Un coche pasó a una velocidad por encima de la media de lo ilegal y me salpicó de pies a cabeza.

Giré el cuello para ver el estúpido Mustang de Joe , siendo tan imprudente como normalmente.

Eso quería decir que, él estaba aquí, y ella en Empire.

Cogí aire, guardé mi móvil y asentí una vez para caminar decidida.

Bajo el tono grisáceo poco iluminado de las luces de neón de clubes y bares llegué.

La estación de autobuses.

Cogí el pomo de la puerta, apreté los labios para pensarlo y abrí con fuerza.

Me acerqué despacio a la ventanilla y una mujer con sueño alzó su mirada de unos papeles.

-Un ticket para Empire, Luisiana - susurré.

Se rió ronco - Mira monada, esto no es un taxi - alcé la vista y ella me miró raro - Este autobús sólo te deja en Nueva Orleans , la parte restante del viaje la haces tú, a los puebluchos no van los autobuses, estás en Miami.

Quise decirle algo, pero me callé - Pues deme el jodido ticket para ir a Nueva Orleans.

-¿Ida y vuelta?

La novia de mi primo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora