La novia de mi primo.

Capítulo 13.

Capítulo 13. 

AINA POV.

Miré al frente, la gente se quitaba del medio y yo sólo estaba con la vista fija en el montículo de tierra de la primera curva, en el que me iba a estrellar.

Reaccioné de forma casi lenta, y con todas mis fuerzas y rapidez tiré del freno de mano.

Después de eso sólo miré al frente, todo se distorsionó y al segundo sentí como todo mi cuerpo se movía de un golpe, el sonido de unas ventanas rompiéndose y mi cabeza yendo directamente contra el volante.

**

Abrí los ojos pesadamente, escuché un pitido en mis oídos que poco a poco fue disminuyendo, y como por arte de magia, mi bofetada de responsabilidad marchó para dejarme de nuevo, totalmente drogada.

Levanté la cabeza muy despacio y miré hacia al lado, uno, las ventanas del lado del conductor estaban rotas, incluso la del asiento de atrás.

Dos, por ahí no podía salir porque tenía el montículo de tierra evitándome el paso.

Tres, el coche no estaba boca abajo.

Cuatro, estaba sangrando por algún lugar porque el volante estaba manchado.

Giré la cabeza hacia el otro lado, esas ventanas no estaban rotas.

Y entonces lo vi, débilmente, mi hermano estaba pegando un puñetazo en la cara a uno de los jefes en mecánica que prepararon mi coche.

Toqué mi cara despacio, y sólo distinguí sangre, subí la mirada hasta el retrovisor, la nariz me sangraba, tenía la cara llena de rasguños de los cristales que había saltado y necesitaría que me pusiesen grapas un poco más arriba de mi cabeza, justo dónde empezaba a crecer mi pelo.

Miré mis manos, tenía cristales proporcionalmente grandes clavados en ella, me los arranqué apretando los dientes y sufriendo e intentando quitar mi cinturón.

Después de eso alguien subió al capó, era Joe -¡Has ganado!, ¡Hemos ganado! - asentí despacio y pesada.

Y después vi como mi hermano se abalanzaba encima de él, le arrastró del capó hasta tirarle al suelo y no pude ver más.

Cerré los ojos notando como el líquido viscoso y caliente bajaba por mi cabeza sin control, los abrí cuando alguien tocó mi pecho.

- Aina, Aina.

-¿Giselle...? , ¿Qué haces aquí?- se me metió sangre en la boca, o también me estaba sangrando porque tuve que escupir.

-¡Giselle ayúdame a cambiarla de lado! , ¡Vete atrás, debemos ir al hospital!, ¡Ya! , no puedo trasladarla a mi coche, puede ser peor, venga ayúdame - ese era Valero.

Cerré los ojos y me dejé ir.

GISELLE POV.

No sé cómo llegamos al hospital, y sin frenos, o Valero era demasiado bueno conduciendo o la suerte nos había dado una oportunidad.

Aina seguía echando a sangre a borbotones y había perdido el conocimiento, mientras que yo, yo estaba que me salía de sí.

Bajamos a Aina los dos y la llevamos rápido a urgencias, fue atendida al segundo, por preferencia con su gravedad.

Se la llevaron dentro y nos dejaron fuera.

-Pasen por aquí- una enferma nos pidió amablemente y le seguimos.