Capítulo 28.

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Capítulo 28.


GISELLE POV.

-¿Te ha gustado la fiesta? - escuché la voz proveniente de Leo en mi espalda.

"No" quise decir - Sí- dije.

-A mí también - rió.

-Feliz cumpleaños, Leo - dije mirando a un punto fijo de la habitación desde su cama.

-¿Crees que podríamos terminar este día de forma perfecta? - tragué saliva y contuve mis lágrimas - Se han ido mis primos, es mi cumpleaños, has estado impecable, mis amigos dicen que ha sido la mejor fiesta del año y estás en mi cama.

-Lo siento, no - dije en un susurro de voz, sin parpadear.

-¿Por qué?

-Soy virgen - mentí - Necesito tiempo - sin decir nada y con movimientos mecánicos me levanté de su cama para ir a la habitación de Aina, nuestra habitación.

Quité mi vestido ajustado, y me agaché para abrir uno de sus cajones y sacar la camiseta con la que solía dormir ella.

Me llevé a la nariz la porción de tela blanca y sollocé ahogado.

Me la puse con pesadez y miré mi maquillaje corrido y mis ojeras en el tocador, imaginé lo que me diría "Te ves hermosa"

Toqué mi clavícula despacio, recorriendola con mis uñas, cerré los ojos y respiré profundo.

Tal vez así podría recordar un poco de su tacto.

La canción que me dijo que escuchase llevaba toda la semana sonando, mi cabeza la repetía aunque no quisiera.

Como la fiesta de Leo fue de las mejores del año, decidió repetirla una semana más, haciendo así que se coronasen como la mejor cadena de fiestas del año.

No comenté nada, puse piloto automático.

Abrí la cama y me abracé a la almohada, en la que aún su perfume permanecía intacto.

Y llore.

Como llevaba haciendo noche tras noche.

Y la llamé.

Como llevaba haciendo noche tras noche.

Y no me lo cogió.

Como llevaba haciendo noche tras noche.

**

Alguien abrió la puerta de forma desconsiderada y fuerte, chocó contra el armario y propinó un gran ruido - ¡¿Dónde coño te metes?! - Abrí los ojos para encontrarme con Joe, enfadado y confuso - Rarita, ¿Dónde está Aina? ¡Te ves jodidamente horrible! - se rió de mí y yo me incorporé. - ¿Has llorado o qué? , ¿Tu novio el rarito la tiene muy corta como para hacerte feliz?

-Aina no está - susurré.

-Ya, ya lo sé, lo veo, no soy estúpido, ¿está en la ducha o como?- dijo yendo hacia el baño quitándose el cinturón de los pantalones, preparando a su amiguito para la acción.

-Hace una semana fue el aniversario de la muerte de sus padres- susurré y él se echó a reír.

Golpeó su frente y luego rascó su nuca - Mierda, es verdad- volvió a reírse y sacó el móvil para llamar.

Esperé sin saber a quién llamaba, hasta que escuché la voz, su voz.

Sentí que mi corazón se rompía.

Ella no me lo había cogido a mí en ninguna ocasión pero a él a la primera - ¿Aina?

-Hola Joe- dijo la voz del otro lado - Siento no haber podido hablar contigo.

La novia de mi primo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora