La novia de mi primo.

Capítulo 38.

Capítulo 38.

                  

GISELLE POV:

-Loews Hollywood Hotel , ¿En qué puedo ayudarle?

Carraspeé – Soy Giselle Howard – rasqué mi frente nerviosa – La que probablemente celebre su boda allí.

-Claro, ¿Quiere que le diga las tarifas?

-No, no, la verdad es que quiero hablar con una chica que trabaja para ustedes, se llama Coleman, Aina Coleman.

-Le paso en un segundo, disculpe las molestias – me apoyé contra la mesa de mi casa y esperé impacientemente.

-¿Hola? El restaurante estará abierto hasta las cuatro y media de la tarde – sonreí ampliamente.

-Me encantaría poder ir a escandalizar a la gente de nuevo, pero alguien partió mi patín por la mitad ayer – me reí y se escuchó su respiración.

-Hola- dijo a los segundos.

-Hola.

-Hola.

-Hola- se rio.

-Tal vez "hola" puede ser nuestro siempre- ella se rio y negó – Llamaba por preguntas.

-Claro, si quieres saber el menú de tu boda podríamos hacer pruebas y...

-No, eso ahora mismo me da igual, tengo algo mucho más importante – aseguré sentándome y cogiendo el libro que me entregó ayer - ¿¡Ella muere al final?!

Se rio profundamente - ¿Ya lo has terminado?

-No, voy por la página cincuenta o así.

-¿Por dónde vas?

Ojeé el libro – Cuando Zedka es inducida al coma por una inyección y relata los viajes astrales, cuando cuentan la historia de amor de la estatua Preseren, si no me equivoco le pusieron mirando a la fachada de una casa con la cara gravada de su amada Julia, para que su amor fuese eterno.

-Correcto.

-¿Y...? – intenté sonsacarle algo - ¿Ella decide morir?

-Bueno, la historia empieza cuando ella se toma las pastillas en el convento y como despierta en el manicomio, los doctores la dijeron que su corazón se pararía en cinco días, así que, creo, que por ahora, ella sí que ha decidido morir.

-¡Oh, venga, no seas así! – reí. – Es un libro culto de cojones que te cuenta la historia de Croacia, Eslovenia y parte de Europa, su autor es Brasileño y le encantan las guerras de Yugoslavia...  pero eso no me importa, quiero saber qué pasa con Verónika, ¿muere? , ¿decide que no quiere morir pero es demasiado tarde porque su corazón se va a parar por haber tomado las pastillas? , ¿No muere, escapa del manicomio, deja de ser bibliotecaria?

Escuché su risa y como la llamaban la atención – Sigue leyendo – dijo con una voz agradable.

-Te odio – aseguré y pude imaginar su sonrisa – Y... ¿Sigue en pie lo de esta noche? – dije tímidamente.

-Bueno, si te ha surgido otros planes entiendo, no pasa nada...

-¡No! , ¡ No! – dije precipitadamente.

-Pues... entonces todo bien , supongo – dijo confusa y sonreí.

-Pasaré a recogerte esta noche.

-Perfecto – me puse nerviosa y me di ánimos a mí misma para decir lo siguiente – Me preguntaba si podrías darme tu número – dije en un hilo de voz y se escuchó silencio y su respiración.