La novia de mi primo.

Capítulo 14.

Capítulo 14.

AINA POV.

Me levanté tarde y después que Giselle.

Bajé a comer algo, salí al jardín a estirarme, mimé a mi pequeño león y abracé fuerte a mi hermano.

-¿Se puede saber qué le te ha pasado? - mi tía interrumpió y me giré despacio.

-¿Qué?- pregunté confusa.

-Tu cara- mi boca se hizo una "O" - ¿Te han agredido? - negué -Parece que lo hayan hecho, ¿por qué el hospital no llamó para que fuésemos a buscarte?

-Sólo fueron unos rasguños Alicia- me encogí de hombros.

-¿Rasguños? Te has despertado a las cuatro de la tarde señorita, debiste llegar muy tarde a noche.

Me reí nasalmente - ¿Y cómo lo sabes si no te preocupas por mí?- pregunté irónicamente cruzándome de brazos.

-Aina, te engañas a ti misma, eso de ahí- señaló mi cabeza- Son grapas.

-Espera, ¿Tú debes saber si yo tengo un amigo o no que sepa poner grapas porque está estudiando medicina?

-Oh, ¿y tu amigo el médico se lleva una bolsita con hilo de coser, tijeras y grapas cada vez que sale? - me retó con una sonrisa.

Valero se enfadó inflando el pecho y se colocó delante de mí para apretar la mandíbula -No te metas en nuestros asuntos Alicia- siseó y yo me escondí detrás de su espalda.

-Podéis hacer lo que queráis- colocó sus manos por delante de ella - Pero no pienso pagar vuestro entierro si os morís.

Sujeté a mi hermano para que no se lanzase contra ella, había tensión siempre pero normalmente la solíamos camuflar - Vamos Valero- susurré y cogí su mano para tirarle dentro de casa.

-Te mereces que te hayan grapado la cabeza- se rió Leo y sonó la puerta.

Abrí para ver a Joe - Eh Leo, ¿Por qué no repites eso que me acabas de decir delante de Joe? - le reté con una sonrisa y él agachó la cabeza.

Miré a Valero echando chispas.

Podría contener el enfado por lo de mi tía pero no por lo de Joe.

Decidí que lo mejor era sacarle de casa.

Bajé los escalones descalza - Tengo media hora, vamos a follar.

-Enserio, ¿es eso lo que me preguntas?

-No te lo estaba preguntado.

Me senté en la acera - ¿Y no tienes nada que preguntarme, Joe?

-Sí, ¿Por qué no fuiste ayer a la fiesta después de las carreras?

-¿Hola?- señalé mi cara - Estaba en el hospital.

-¿Cosas de chicas? Entonces no me interés...

Me levanté enfadada - ¡Tuve un jodido accidente de noche Joe!

Se golpeó la cabeza - Oh, es verdad - se echó a reír y yo rodé los ojos - Joder, mierda, como te han dejado la cara- se burló.

-Que te jodan Joe, ni si quiera pusiste dinero para que pagasen mi puto hospital cuando todos los demás lo hicieron y tú eres el jefe del jodido taller.

Se levantó con ímpetu - ¿Quieres dinero? - dijo con asco metiendo su mano en el bolsillo - Mira, lo que gana tu familia en un mes - me lo enseñó y lo tiró al suelo - ¿Eso es lo que quieres de mí? - me gritó en la cara y cerré los ojos.