Capítulo 18.

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Capítulo 18.


AINA POV.


Estábamos las dos tumbadas boca arriba mirando al techo en la cama, ella me acariciaba el pelo con tranquilidad y yo abrazaba su abdomen y descansaba mi cabeza en su pecho - Odio que todo el mundo te mire así, como si fueses comestible- escuché y sonreí despacio, celos. - Querría decirle a todo el mundo que no pueden mirarte, porque sólo puede hacerlo yo, pero no es así, porque también lo hace Joe.

-Giselle, tú también tienes novio.

-Me parece que no estoy en una cama ahora con Leo - me quedé callada - Quería decirte que la noche que llegamos del cine y me quedé pensando en el salón Leo me enfadó mucho y subí a desquitarme contigo y la venta..

-Para- me incorporé para salir de la cama - He dicho que no quiero hablar de eso.

-Está bien- dijo rodeando mi cintura con su brazo y haciéndome caer de nuevo sobre el colchón - ¿Puedo besarte? - me miró a los ojos.

-¿Desde cuándo me preguntas? - susurré - Sabes... la luz le sienta bien al tono verde de tus ojos- dije con un hilo de voz y ella sonrió para apoyar su frente en mi frente.

-Te pregunto desde que he visto y comprobado lo frágil que eres - acaricié su nariz con mi nariz.

-Giselle, no sé si no entiendes que no sólo me miran a mí, tú eres jodidamente guapa, mírate, me valoras demasiado y no te valoras a ti misma.

-¿Puedo besarte?- volvió a repetir y acarició mi mejilla con su pulgar.

-¿Es imprescindible? - alcé una ceja divertida - ¿De vida o muerte?, ¿necesario?

-Idiota- se apartó de mí y yo cogí su brazo para de nuevo acercarla y estrellar sus labios contra los míos.

-Sí, sí puedes- sonreí y ella lo hizo al igual pero volvió a intentar besarme y yo me levanté de la cama para jugar a algo así como el pilla y pilla, supongo que algo de diversión para calmar el ambiente no nos vendría mal.

Ella se levantó con una sonrisa y una mirada de "¿me estás retando?" y yo con una sonrisa le certifiqué que sí.

Me subí a la cama dando saltos e intentando no ser pillada y bajé para correr por toda la habitación como si de mi vida se tratase.

Me acorraló en un momento preciso y colocó sus dos manos al lado de mis hombros encerrándome contra la pared.

Alzó una ceja de nuevo divertida y yo alcé otra imitándola, ella rodó los ojos y yo sonreí - ¿Jugando al pilla pilla señorita Coleman?

-¿A caso usted quería pillarme señorita Howard?- alcé una ceja receptiva.

-No sabe usted cuánto - asumió apoyando parte de su peso encima de mí.

-¿Cuánto?- reté.

-Mucho- susurró y fue a besar mi cuello - Mucho- aclaró y mordisqueó mis clavículas, abrí la boca sintiendo placer y dejé soltar todo el aire en un respiro.

Ella me miró y sonrió satisfecha para hacer un camino de besos hasta mi oreja y morder el lóbulo, mi parte erógena - ¿Quería que la pillase señorita Coleman? - susurró.

-Sí...

-¿Quiere jugar usted a otro juego?- se apartó milímetros de mi cara y de un salto me enrosqué con las piernas en su cuerpo y llevé las manos a su cuello para besarla, enredé su largo y sedoso pelo entre mis dedos y la atraje con fuerza - Vamos a la cama- susurró y asentí.

La novia de mi primo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora