—¿Peter? —Mary Jane pasó su mano frente a mi rostro—. ¿Estás aquí?
Parpadeé unas cuantas veces, deteniendo mi trance.
Sonreí nervioso.
—Claro, sólo estaba pensando sí había llevado mi ropa a la tintorería o sí lo había olvidado —ella me miró, sopesando mi información—. Creo que lo olvidé.
Su gesto se suavizó, y soltó una pequeña carcajada. Una dulce risa, típico de Mary Jane Watson.
—¿Siempre fuiste tan distraído, Peter? —preguntó, sonriendo.
—Un poco, siempre dejo todas las cosas sueltas; como sí fueran las cintas de mis tenis. Nunca hago los nudos lo suficientemente resistentes como para evitar que se desabroche —le devolví el gesto que tanto me entregaba ella y noté un cambio en la atmósfera.
—¿Acaso utilizas metáforas ahora? —respondió, y reí. Reí como nunca lo había hecho desde hace dos años.
MJ levantó mi ánimo en tan sólo una media hora; y yo que pensaba llorar todo el día frente a una tumba.
Iba a contestarle, pero su teléfono sonó y sonrió como disculpa.
Contestó, y enseguida su rostro se tornó amargo.—Enseguida llego —dijo, y después colgó para mirarme extraño—. Lo siento, Peter, es mi mamá. Papá se puso algo pesado de nuevo, debo ir a calmar un poco las cosas.
Ella siempre tuvo problemas con sus padres, ellos peleaban a diario y la hacían responsable a ella. Vaya responsabilidad para una chica tan joven, ¿cierto?
Yo se lo que se siente eso.
—No hay problema, ¿quieres que te acompañe? —me ofrecí.
—No, gracias; mi padre se enteró que estoy aquí contigo y ha comenzado a reprochárselo a mi mamá. Eso es lo que debo arreglar —suspiró, y asentí, entendiendo lo que acababa de suceder—. Nos vemos luego.
Me dio un beso en la mejilla, el cuál me dejó plantado en seco, y salió del café con paso apurado.
Decidí acabar mi café y después salí del local, pues ya no tenía nada que hacer ahí.
¿Por qué había salido tan mal eso? Sí era una cita, ¿por qué no funcionó como debía? ¿Será una señal?
—Gwen, lo siento —susurré al aire, sintiéndome mal conmigo mismo.
Parecía tonto, pero yo sentía que sólo hacia cosas malas para la memoria de Gwen. Cualquier cosa que hacia me hacía sentir mal y con una necesidad enorme de pedirle perdón.
—Oh vamos, ¿tan difícil es hacer que entres a ese callejón? —dijo una voz algo ronca y cómica detrás de mi, haciendo que yo me volteara rápidamente para encontrarme con nada.
Entre tanta confusión, termine entrando a un callejón sin salida.
—Perfecto, sólo esto me faltaba —me dije a mi mismo y me giré para salir de ahí y retomar mi antiguo camino, pero había alguien... o algo enfrente de mi.
—No te asustes, no grites; ya se que te doy miedo, pero no soy hostil —sonrió—. Mi nombre es Peter Porker, vengo de otra dimensión a solicitar tu noble ayuda, Parker.
Sentí mi cabeza dar vueltas.
—P-pero eres un cerdo, ¡y hablas! —exclamé intentando asimilar lo que sucedía.
El animal llevó una mano a su rostro e hizo un gesto de decepción.
—¿Enserio eres el mejor de tu clase? —preguntó.
—Bueno, en la preparatoria, Gwen lo era pero ahora... —iba a continuar hablando pero la simple mención de Gwen lo hizo cambiar de expresión. Una sonrisa cínica en su rostro de cerdo.
—Sí eres tu —murmuró, mirándome de arriba a abajo—. Ahora entiendo por qué le gustas tanto, eres demasiado distraído... ella solía ayudarte con eso, si, esto será intenso.
—¿De qué demonios hablas? —me atreví a preguntarle, interrumpiendo su plática consigo mismo.
Me miro a los ojos, y debo admitir que se sentía extraño ser observado de esa manera por un cerdo, que vestía con el traje de Spider Man.
¿Cómo es que no había notado eso?
—Bueno Peter, como dije, soy Peter Porker y vengo de otra dimensión o universo, como le quieras llamar —rodó los ojos y yo seguí observándolo con atención—. Alguien que solías conocer está en grave peligro, al igual que tu; debemos viajar a la Tierra 65 y salvarla del terrible error que ella cometerá.
Al ver mi mueca de confusión, se golpeó la frente mientras murmuraba mil cosas e insultos.
—No puedo decirte quien es, eso lo deberás descubrir por ti mismo; ella ni siquiera sabe que yo se sobre el error que cometerá, me tomé la libertad de viajar al futuro de su universo, la Tierra 65, y después a los demás para ver como eso repercutía y las consecuencias son desastrosas. Por ahora prepárate, y despídete de quienes necesites, este tipo de viajes toman algo de tiempo, y aún más si queremos ayudarla. Vendré por ti en unos días, te sugiero estar preparado en cualquier lugar a cualquier hora —asentí, esperando a que continuara hablando—. Ahora, debo irme, tengo algo más que hacer.
—Claro, entonces, te esperaré —respondí, preguntándome a mi mismo cómo era posible que estaba creyendo todas y cada una de las palabras que el cerdo decía.
Aunque era un cerdo parlanchín, ¿cómo dudar de el?—Nos vemos luego, Peter —dijo antes de salir corriendo, desvaneciendo se en una nube de humo rojo al doblar la esquina del callejón.
Pasé una mano por mi rostro con frustración, decidido a volver a casa y hablar con la tía May sobre MJ, y después intentar hablar con la pelirroja misma sobre lo que pasó con sus padres.
Me fui de ahí.
Al llegar, mi tía había dejado una nota.
«Peter, fui a cubrir el turno de trabajo de una compañera; llegaré hasta tarde.
Besos, cariño»Tomé una manzana y me dirigí a mi habitación.
n/a
Otro capítulo más.
¿Les gusta este fic? A mi, en lo personal, me encanta. Disfruto mucho escribiendo.
Llevo mucho tiempo sin actualizar, pero prometo que lo haré algo más seguido.
Espero que aún disfruten de leer, gracias.
Besos, Anna.
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I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man
Fanfiction"Todos merecemos una segunda oportunidad" ¿Qué se hace cuando crees haber perdido a alguien para siempre pero el destino los vuelve a unir? Gwen Stacy creía que después de la partida de Peter ya jamás podría recuperarse. Nada sería igual y se las h...