—¡Ya no más! —exclamó Gwen despertándonos a ambos. Me quedé acostado observándola respirar entrecortadamente, pero cuando comenzó a llorar, decidí que debía intervenir.
—¿Gwen? ¿Está todo bien? —pregunté con toda la ternura que pude reunir. No era momento para dejar que el cansancio y la falta de sueño me hicieran hablarle mal.
—Oh, Peter —susurró mientras más lágrimas caían de su rostro. Me tomó por sorpresa cuando se levantó y me rodeó el cuello con sus brazos a la vez que hundía su rostro en mi pecho.
—Calma, fue sólo una pesadilla —pasé una mano dulcemente por su cabello. Era igual de suave que siempre.
—Todo es muy confuso, Peter, ya no se quién soy —cada palabra que decía venía acompañada de una lluvia de lágrimas. Sentí mi camiseta empapada, pero no importaba.
—Pero claro que sabes quién eres, hasta yo lo se —le dije tomando su rostro con mis dos manos, haciéndola mirarme a los ojos—. Eres Gwendolyn Stacy, una de las chicas más brillantes y maravillosas que he conocido. También muy valiente.
Ella rió un poco, y podría jurar que era el maldito sonido más hermoso del mundo entero. Tenía muchísimo tiempo sin escucharlo.
Sonreí.
—Sólo dijiste mi nombre —puso los ojos en blanco—. Y lo que piensas de mi, eso no vale; en mi pesadilla sucedieron muchas cosas, y lo peor de todo es que la mayoría eran recuerdos. Recuerdos reales de muchas situaciones que me lastimaron en su momento o que yo sé que me lastimará comprenderlas. Yo no se quién soy como persona, no se qué hago aquí y ni siquiera quiero pensar en por qué llegué a mi mundo, en primer lugar.
Supe inmediatamente lo que quería decir: quería morir. Eso me dio una punzada en el corazón, ¿era esa la catástrofe a la que se refería Porker? ¿Un suicidio?
No lo sabía, lo único de lo que era consciente era que no podía perderla de nuevo, no ahora que la recuperé. Oportunidades como está no se le dan a todo el mundo, y yo no pensaba desperdiciar la mía.
—Eres una persona muy valiosa, créeme —recordé algo que le dije una vez y suspiré—. En la preparatoria, me interesaba sacar notas aún más altas que las tuyas y me esforzaba muchísimo. Yo sólo quería ser especial, como tu.
Gwen dejó de sonreír y parecía como sí estuviera a punto de desmayarse, o de echarse a llorar de nuevo.
La abracé antes de que hiciera cualquiera de las dos opciones y pude sentir su corazón latir.
Ambos corazones latían como uno sólo, como sí nuestras almas se unieran. Cosas que sólo las almas gemelas hacen.
Volvimos a mirarnos de frente y limpié unas lágrimas de su rostro. Gwen cerró los ojos al contacto, como sí estuviera sintiendo cada roce.
—Peter, yo... —abrió los ojos y puso su mano en mi mejilla mientras ponía la otra en mi cuello—. Hay tanto que decir que no se por donde empezar.
Estábamos sentados en mi cama, y de un momento a otro, ya nos habíamos acostado. Ella seguía junto a mi y sus manos en la misma posición.
Pase una mano por encima de su cintura y con la otra atraje su rostro. Estábamos tan cerca...
—Lo se, yo también quisiera decirte bastante —susurré casi en sus labios. Hacía falta tan sólo un pequeño soplo del viento para que nos uniéramos en un beso.
—Todo pasó demasiado rápido, yo estaba asustada y... —comenzó a tartamudear—. Y-yo no puedo hacer esto, aún no puedo...
No sabía a qué se refería, pero había logrado intuir que intentaba darme una explicación sobre algo. Intentaba disculparse por algo, pero ¿por qué?
—No hay problema, cuando estés lista yo también lo estaré para escucharte —besé su frente y ella me sujetó el rostro atrayéndome suavemente a sus labios.
Buscó mi boca, y yo también la suya. La oscuridad no ayudaba mucho, por lo que todo parecía pasar en cámara lenta.
Nuestros labios estuvieron a menos de un milímetro de distancia, pero mil recuerdos me azotaron dejándome incapaz de besarla. Yo tampoco estaba listo.
Besé su mejilla y la abracé a mi cuerpo; me miró a los ojos. Esos ojos verdes que con la poca luz que entraba por la ventana se veían tan iluminados como de costumbre.
—Ahora no puedo hacer esto, cariño —rocé su mejilla con mis dedos—. Cuando esté listo, lo prometo.
—De acuerdo —susurró y extendió su dedo meñique—. Prometo que cuando esté lista, te diré todo lo que deba decirte. Y haré lo que que tanto necesito.
Al pronunciar esas últimas palabras, supe al momento que estaba mirando mis labios. Gwen hablaba sobre el beso.
—Prometo que cuando esté listo, te dejaré hacer todo lo que quieras conmigo —sonreí pícaramente y enlacé mi meñique con el suyo—. También que te contaré todo lo que deba contarte.
El agarre del meñique se volvió en un agarre de manos. Apreté nuestro abrazo y su cabeza quedó de nuevo en mi pecho.
—Es una promesa, entonces —dijo luego de un rato.
—Sí, es una promesa —respondí, y luego sonreí con nostalgia—. Y esta promesa no la rompería por nada del mundo.
—De acuerdo, yo tampoco —bostezó—. Tengo miedo de volver a dormir y encontrarme con mis recuerdos atormentándome de nuevo al cerrar los ojos.
—Ahora estás aquí conmigo, eso no pasará —besé su cabello—. Yo ahuyentaré los malos recuerdos.
—¿Cómo lo harás? —dijo con un hilo de voz mientras me abrazaba más fuerte.
—Pelearé con ellos con nada más que mis puños, descuida —pude escuchar como sonreía—. Descansa, cariño.
—Tu también descansa —respondió, y unos minutos después volvió a hablar—. Te quiero, Peter.
No pude evitar sonreír de oreja a oreja mientras una luz que yo creía apagada se ilumina en mi interior, haciéndome sentir una emoción inmensa.
—Yo también te quiero, Gwen —apreté nuestro agarrón de manos y ambos nos quedamos dormidos así, juntos y abrazados.
En ningún momento en toda la noche nos soltamos.
N/a
Hoy encontré una araña en mi casa y me dio la inspiración para escribir otro capitulo. Agradézcanle :vSALSEOOOOOO okay no :v pero pronto, recuerden que lo bueno está sólo por comenzar.
Recuerden dejar su voto y su comentario, que me encanta leerlos. :3
¡Los quiero mucisimo!
Besos, Annie.
P.D ¡Tenemos portada nueva! 7u7 ¿Qué opinan? :D
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I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man
Fanfiction"Todos merecemos una segunda oportunidad" ¿Qué se hace cuando crees haber perdido a alguien para siempre pero el destino los vuelve a unir? Gwen Stacy creía que después de la partida de Peter ya jamás podría recuperarse. Nada sería igual y se las h...