I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man

42. Peter

Salí apresuradamente del cuarto, dejando a Gwen atrás. Deseé con todas mis fuerzas que no me siguiera, que me dejara solo.

Y eso fue lo que hizo.

Nunca había visitado el helicarrier de S.H.I.E.L.D, por lo que me era un lugar completamente desconocido. Recorrí pasillo tras pasillo, subiendo y bajando escaleras, y parecía que el lugar era infinito. Tal vez estaba dando vueltas sin sentido, no lo sabía.

Sólo quería estar solo un momento.

Me pareció reconocer parte del lugar en el que me encontraba, y las risas que escuché lo confirmaron. Me giré hacia un lado y vi a Miles junto a Katie.

Estaban sentados fuera del cuarto designado a ella, tomados de las manos y recargados uno sobre el otro.

Traté de escabullirme lo más silenciosamente posible, pero Miles logró verme.

—¿Peter? —dijo, mirando a Katie momentáneamente y luego poniéndose de pie, caminando hacia mi.

—Lamento interrumpir, yo... ya me estaba yendo —respondí, dirigiéndole una sonrisa a modo de disculpa.

Miles me escudriñó por completo, leyendo mi expresión. Suspiró.

—¿Dónde está Gwen? —preguntó con un tono lleno de curiosidad. Debatí conmigo mismo sobre si decirle la verdad o simplemente callármelo.

—No lo sé —suspiré y levanté la vista al techo por unos segundos—. No sé que está pasando... o bueno, no quiero entenderlo.

—Ya te lo dijo, ¿cierto?

Lo miré de nuevo y vi lástima en su mirada. ¿Lo sabía? ¿Cómo?

—¿Cuándo te enteraste? —pregunté, sintiéndome algo receloso al saber que Gwen le había comentado sus planes a Miles antes que a mi. No quería sentirme de esa forma, pero no podía evitarlo.

—Me lo dijo hace un rato mientras tú estabas dormido —respondió—. Pete, yo ya tuve que abandonar mi hogar para venir a este lugar completamente nuevo y adaptarme al cambio. Gwen me pidió ayuda porque no sabía cómo decírtelo.

Asentí, dejando los sentimientos negativos a un lado. Claro que Gwen haría eso; ¿y quién mejor para dar ese apoyo que el chico que cambió de dimensión?

—No quiero que se vaya —dije derrotado. Miles extendió sus brazos hacia mi y me envolvió en ellos amistosamente, dándome una palmada en la espalda.

—No creo que puedas convencerla de quedarse —dijo soltando una risa—. La chica ya es bastante cabeza dura... y esta vez está haciendo lo correcto. Gwen no puede dejar a su dimensión sin una Spider-Woman que la proteja.

—Tienes razón, ella sabe que hace lo correcto y es por ello que nada la hará cambiar de opinión —me encogí de hombros, sonriendo al pensar en ella como una súper héroe en su propio universo, a pesar de no ser del todo bien recibida.

—Ella no salvó a su Peter Parker y muchos la culpan de su muerte, ¿sabías eso?

Miles y yo nos giramos para encontrar a Katie Bishop de pie acercándose a nosotros con los brazos cruzados.

La miré confundido.

—¿Qué dijiste?

Ella se mordió el labio inferior y suspiró, acercándose un poco más.

—Peter Parker, el estudiante estrella de Midtown High, estaba cansado de ser invisible y de ser el objetivo de los matones, así que se convirtió en El Lagarto —comenzó a decir y escuché con atención cada palabra. Esa era la historia que le dije a Gwen que no era necesario escuchar—. Spider-Woman trató de salvarlo y de devolverlo a la normalidad; enserio lo intentó.