I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man

19. Gwen

Me ardían los pulmones y la garganta, tragando aire como podía y sacándolo sintiendo presión en el pecho.

No sabía dónde me encontraba, sólo sabía que quería seguir huyendo. A veces parecía que huir era lo único que sabía hacer.

Me detuve doblando la esquina de un callejón, exhausta. Apoyé mi mano en la pared e intenté recuperar el aire, inhalando, exhalando, inhalando, exhalando.

Mi respiración se volvió a normalizar, pero ese respiro fue suficiente para volver a revivir la escena en mi mente.

Cerré los ojos con fuerza, intentando ahuyentar mis pensamientos pero solo conseguí recordar más. Mi memoria viajó a la última noche que pasé en mi universo... la noche de mi pelea con Mary Jane Watson.

Yo no la odiaba... o intentaba no hacerlo. Éramos compañeras, después de todo. Íbamos a la escuela juntas, ensayábamos juntas y tocábamos juntas, ¿cómo puedes intoxicar un ambiente así?

A Glory no le agradaban nuestros repentinos ataques de ira; los odiaba. En más de una ocasión me había pedido ceder ante las exigencias de MJ y por más amigas que fuéramos yo no podía acceder a lo que me pedía.

Mi orgullo era más fuerte que eso, pero ahora no sabía que hacer.

En mi mundo, MJ no era cercana a Peter Parker. A veces le sonreía y decía lo lindo que era, pero jamás entablaron conversación alguna. Ya no sabía que pensar o hacer.

Dejé a mi mente recordar, rendida, sintiendo las lágrimas en mi rostro.

—¡Mary Jane! —exclamó Peter, soltando mi mano y corriendo a levantarla del suelo. Ella tenía los ojos cerrados y no reaccionaba al movimiento— Mierda, mierda...

Me quedé helada mientras observaba a Peter intentando despertar a la pelirroja, observando la preocupación en su rostro. ¿Así me vería a mi si estuviera yo en el lugar de ella?

—Mary Jane —susurré, pero Peter me miró pues claramente me había escuchado—... Watson.

Miré al suelo, intentando reorganizar mis pensamientos y procesar lo que estaba sucediendo.

—Gwen —me llamó Peter. No pude responderle—, Gwen, por favor, necesito que me ayudes a llevarla a la cama —intenté responder, pero mi voz no salía. Levanté y la vista y el ya la tenía en brazos.

Apenas pude reaccionar antes de salir corriendo del lugar.

Me dejé caer en el suelo, sintiéndome inútil y cobarde. Peter no podía solo y estaba claramente preocupado... y yo lo abandoné.

—¿Gwen? —preguntó alguien. Maldije para mi misma. ¿Quién me había encontrado? No sentía ánimos de tener compañía en ese momento.

—Quien quiera que seas... —comencé a decir, pero me detuve en cuanto sentí que me tomaron la mano. Levanté la mirada— ¿Miles?

—Hola —sonrió y la simpleza de ello me hizo sonreír a mi—. ¿Estás bien?

Lo miré a los ojos y negué con la cabeza, decidiendo ser sincera.

—En realidad no —susurré, rompiendo en llanto de nuevo. Miles se agachó a mi lado y apretó mi mano con más fuerza.

—¿Qué ocurre, Gwen? —preguntó con genuina preocupación en su voz.

—¿Conoces a Mary Jane Watson? —asintió, confundido— Me vio con Peter... y se desmayó —puse los ojos en blanco y me cubrí el rostro con las manos—. Me congelé y lo único que pude hacer fue salir corriendo... ¡corriendo! Soy una cobarde.