Estaba de pie, observando mi reflejo. Mi cabello seguía igual: corto, rubio, despeinado y el mismo flequillo que llevaba desde la primaria. Mis mejillas seguían levemente ruborizadas y se volvieron a encender en cuanto me llevé mi mano a mis labios.
Pasé mis dedos índice y medio por mi labio inferior y por el superior, suavemente, como un suspiro. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo entero y supe que ya estaba perdida y no habría vuelta atrás.
Me eché a llorar.
Dejé caer mi cuerpo en el suelo y no me importó la suciedad ni la humedad del baño. Lloré silenciosamente, dejando que el llanto sacara todo lo que tenía dentro.
Escuché pasos en el pasillo y me preparé para lo que vendría. En cualquier momento Peter o Porker entrarían al baño y me encontrarían hundida en las lágrimas, pero eso nunca sucedió.
Me asomé por la pequeña rendija que había entre el suelo y la puerta, notando la sombra de dos pies descalzos. Los pies de Peter.
Entonces una sonrisa apareció en mi rostro.
Todo el asunto resultaba irónico de cierta forma; yo había prometido que cuidaría de él y que siempre estaría ahí para lo que necesitara, fallé y ahora en ese embrollo tan peculiar era él quien estaba dispuesto a ver por mi.
Me dolía. Era un sentimiento agridulce, pero, ¿qué acaso no es eso el amor? El amor es un sentimiento, una experiencia agridulce. Una vez que das un paso dentro del círculo sabes que no habrá vuelta atrás; termine como termine, nunca jamás volverás a ser la persona que eras antes.
Peter Parker ya había marcado mi vida. A veces pensaba que mi vida estaba partida en tres pedazos: antes de conocer a Peter, después de conocerlo, perderlo y lo que llegó después. No sabía si el destino se estaba burlando de mí al ponerlo en mi vida de nuevo. ¿Pensaba arrebatármelo de una manera aún peor? ¿Estaba pagando alguna clase de condena? ¿Me había vuelto loca?
Solamente estaba segura de dos cosas: lo que sucedía era real y estaba loca de amor por Peter Parker.
Pero Gwen Stacy se había preparado mentalmente para aceptar que en algún punto perdería lo que es importante para ella.
Estaba ya tan acostumbrada a perderlo todo: mi madre, mi reputación, mi vida normal, la atención de mi padre, mis amigos, Peter... no sabía cómo reaccionar a la sensación que Peter y su beso habían despertado en mí. Me dio una sensación de estar completa, lo que me parecía significativo ya que yo era una persona rota.
Pero eso me asustaba. ¿Cómo podía estar segura de que no volvería a romperme? ¿Qué me aseguraba que por fin mis problemas e inseguridades habían acabado?
La vida y el destino ya me habían fallado muchas veces, ¿qué me aseguraba que esa vez sería diferente?
Tocaron la puerta y me volví, asustada.
—Mierda, mierda —murmuré mientras me limpiaba rápidamente las lágrimas con las mangas de la sudadera que Peter me había prestado para dormir. Intenté arreglar mi imagen un poco para evitar preguntas al abrir la puerta, pero todo esfuerzo se fue a la basura en cuanto la abrieron.
—¿Gwen? —Peter entró, aún somnoliento.
Era de madrugada. Porker había especificado que yo debía dormir en el sofá, lejos de Peter y lejos de problemas. No me sentía cómoda, me sentía desprotegida.
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I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man
Fanfiction"Todos merecemos una segunda oportunidad" ¿Qué se hace cuando crees haber perdido a alguien para siempre pero el destino los vuelve a unir? Gwen Stacy creía que después de la partida de Peter ya jamás podría recuperarse. Nada sería igual y se las h...