I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man

13. Gwen

—Entonces —le di una mordida a mi rebanada de pizza—, háblanos sobre ti, Miles.

Estábamos sentados en el suelo de la sala de los Morales. Teníamos la charola circular de pizza sobre una pequeña mesa y también nuestros vasos de limonada. Peter estaba a un lado mío y entre ratos su mano rozaba mi pierna, mi mano o mi espalda. Yo solo intentaba no atragantarme con mi comida, abalanzarme sobre él y besarlo sobre esa mesa. Me moría por besarlo y aún más después de lo que acababa de hacer; por un momento había pensado que se iría y no volvería a saber de él, pero ahí se encontraba junto a mi dispuesto a ayudar a la causa.

Lo miré por el rabillo del ojo y sonreí para mi misma. Ya habría tiempo después para nosotros.

—Bueno, no ha pasado mucho tiempo desde mi incidente, así que es poco lo que he logrado con mis poderes —respondió el chico mirando sus manos, como si estuviera avergonzado—. Fue una tontería, en realidad. Estaba tonteando y una araña me mordió, supongo que eso es exactamente lo que les sucedió a ustedes —Peter y yo asentimos, incluso Porker movió su cabeza—. Sólo que... mi araña era distinta. Ahora está muerta. Murió después de picarme. Pero el punto es que... mis poderes son distintos a los de ustedes, no mucho, pero creo que alguien que sea un gran admirador de Spider-Man podría darse cuenta inmediatamente de que yo no soy tú —miró directamente a Peter. Estando en el mismo universo, Peter y Miles podrían fácilmente hacerse pasar uno por el otro—. Creo que Jameson se dio cuenta.

¿Jameson? ¿Era el mismo que yo pensaba que era?

Pero Peter se adelantó a hablar antes de que yo pudiera siquiera expresar mi duda.

—¿J.J Jameson? ¿De The Daily Bugle? —Miles asintió, reprimiendo una sonrisa—. ¡Ese hombre nos odia!

Y de repente, nos echamos a reír los cuatro. Si, era el mismo Jameson que yo conocía, y si, tampoco parecía muy entusiasmado con Spider-Woman.

—El hombre es un dolor de cabeza —exclamé, llevando mis manos a mis sienes— ¡Díganle que me deje en paz!

Volvimos a reír, pero Porker se puso de pie, llamando nuestra atención y haciendo que guardáramos silencio. Sin embargo, a mi memoria volvieron el montón de recuerdos que tanto trabajaba en dejar atrás. Mi gente me odiaba, odiaban a Spider-Woman por la muerte de un inocente joven... un joven llamado Peter Parker. Un escalofrío recorrió mi columna y apreté la mano de Peter, buscando calma. Respiré hondo en cuanto el me devolvió el apretón y rozó su pulgar en mis nudillos.

—Háblales sobre tus poderes, Miles. Eso es algo muy interesante que necesitan saber —el chico tenía poderes diferentes a los nuestros, si, pero ¿qué tanto? La única manera de saber era que nos lo dijera o nos lo mostrara.

Había algo en todo el asunto que me intrigaba. No era desconfianza, aunque no podía confiar del todo, ¿por qué, después de todo lo que había pasado en mi mundo y lo que sea que hubiera sucedido en el de Peter, estábamos siendo conscientes de tal información hasta ese momento? ¿Por qué Porker no apareció para ayudarme a salvar a mi Peter? ¿Por qué no llevo a Miles para que me ayudara con los tantos problemas de mi mundo? Entendía el ataque de ira de Peter; nos estaban ocultando demasiadas cosas. Estaba segura de que Miles no sería la última persona con poderes arácnidos que  conoceríamos. Suspiré e intenté mantener un gesto neutral en el rostro.

Miles parpadeó un par de veces y creo haber notado algo de rubor en sus mejillas. Tomó aire y, de repente, había desaparecido.

En mi sorpresa, solté la mano de Peter y me las llevé a mi boca en señal de asombro. ¡Miles Morales había desaparecido!