—Mierda, mierda —murmuré repetidamente mientras me colocaba mi traje de Spider-Man. Gwen se encontraba del otro lado de mi habitación también colocándose el suyo.
Noté que me miró unas cuantas veces, pero la ignoré. La noche anterior había sido genial pero el deber llamaba y era nuestra responsabilidad atender. No importaba cuanto queríamos continuar echados en la cama, estando juntos... había problemas y no podíamos librarnos de ellos.
—Peter... —susurró ella de pronto, acercándose a mi y quedando frente a frente. Retiró mi máscara de mis manos y me miró con intensidad— lo pasé muy bien anoche, de verdad —enarqué una ceja con burla y ella se relajó, sonriendo y poniendo los ojos en blanco—. Te amo, vayamos a salvar la ciudad.
Comenzó a colocarme la máscara lentamente y la detuve antes de que cubriera mi boca.
—Yo también te amo, Spider-Woman —sonreí y planté un beso rápido en sus labios para alejarme luego y terminar de ponerme la máscara así como ella también se colocó la suya.
Salimos corriendo de la habitación para encontrar a Porker de pie impaciente en la sala. En cuanto nos vio, hizo un gesto de alivio.
—¡Vamos, chicos! —urgió y salimos corriendo de casa, lanzando los tres nuestras telarañas y columpiándonos hacia dónde Porker nos dirigía. Mientras más nos acercábamos, más alerta me sentía; era como si mi sentido arácnido funcionara como un GPS.
Al doblar la esquina, comencé a reconocer el lugar.
—¡Miles vive por aquí! —grité, esperando que mis compañeros me escucharan.
—Lo sé, ¿estará bien? ¡No está peleando! —escuché decir a Gwen a la vez que apuntó hacia la calle dónde estaba una banda de criminales haciendo destrozos.
Llegamos al lugar y contuve la respiración al ver que los criminales no eran humanos, sino seres de otro planeta.
—Santa mierda... —susurró Porker y luego se giró hacia nosotros—. Ha comenzado... ¡ya ha comenzado!
De no haber traído puesta mi máscara habría sido visible mi gesto de confusión. ¿Qué había comenzado?
—¡Spider-Man, cuidado! —gritó Gwen al mismo tiempo que mi sentido arácnido se activó. Me agaché justo a tiempo, evitando que mi cráneo fuera víctima de las armas alienigenas.
Comencé a lanzar mis telarañas hacia ellos y Gwen no tardó en unirse a mi junto a Porker. La gente que se encontraba cerca del lugar se veía asustada pero a la vez sorprendida. Podía oírlos murmurar al ver otros personajes con la máscara, pero también nos animaban.
—¿Dónde están los Vengadores cuando los necesitas? —pregunté al aire. De pronto, alguien cayó de rodillas frente a nosotros. Cabellera blanca, traje negro... oh, no— ¿Black Cat? Una disculpa pero estábamos esperando a Iron Man.
Ella levantó su rostro y se puso de pie, gruñendo.
—Vamos, Spidey —ronroneó con una sonrisa en su rostro—, sé que me extrañaste.
—No lo suficiente como para interrumpir mi pelea —respondí mirando hacia atrás de ella para ver cómo los alienigenas entraban a través de un vórtice y desaparecían del lugar.
—Felicia, detente —dijo Porker de repente—. ¿Qué intentas hacer?
—Porky, cariño —caminó hacia él y agachándose acarició su mejilla—. Cerdo ingenuo, ¿creíste que eras el único con secretos? —volvió a ponerse de pie y rió— Ciudadanos de Nueva York, mis disculpas por los daños —llevó sus manos a su boca y después hizo una reverencia. Volvió a reír y su mirada brilló al observar a Gwen, quien se había mantenido en un segundo plano—. ¿Qué tenemos por aquí? Una bonita arañita —caminó alrededor de ella, observándola de arriba a abajo.
ESTÁS LEYENDO
I couldn't save you || Spider-Gwen x Spider-Man
Fanfiction"Todos merecemos una segunda oportunidad" ¿Qué se hace cuando crees haber perdido a alguien para siempre pero el destino los vuelve a unir? Gwen Stacy creía que después de la partida de Peter ya jamás podría recuperarse. Nada sería igual y se las h...