Prólogo

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Tres meses atrás

Estoy en el consultorio del doctor esperando a que diga el resultado de los estudios que me realizaron hace poco.

La verdad estoy algo nerviosa pero no lo demuestro, permanezco con mi rostro inexpresivo, no quiero preocupar a mi madre que se encuentra a mi lado, ella está hecha todo un manojo de nervios, incluso antes de venir ha estado llorando y sacando las peores conclusiones; por otro lado yo, aunque no estoy del todo tranquila, prefiero esperar a tener un resultado antes de sacar conclusiones.

El doctor cierra el folder donde se encuentran los estudios que me realizaron y nos observa con una expresión muy seria en su cara, lo cual, no hace más que ponerme nerviosa.

¿Por qué los doctores tardan tanto en dar un veredicto? eso solo hace que nos preocupemos más.

Giro a ver a mi madre y lo primero que noto es que está temblando, cuando voy a preguntar que pasa con mis estudios ella se apresura y dice lo siguiente tan rápido que apenas le entendí.

—¿Qué dicen los estudios?

—Lamento informarles que Caitlyn tiene una enfermedad degenerativa coronaria y.....

—Perdone ¿qué es eso?

—A eso iba —lo mire mal, espero que si esto es muy grave el doctor no se haga cargo de mi — Esta enfermedad ocurre cuando las arterias que suministran la sangre al músculo cardíaco se endurecen y se estrechan. A medida que esta avanza, fluye menos sangre a través de las arterias. Como consecuencia, el músculo cardíaco no puede recibir la sangre o el oxígeno que necesita. Eso puede conducir a dolor en el pecho o a un infarto. Con el tiempo, también puede debilitar el músculo cardíaco y contribuir a la presencia de insuficiencia cardíaca. Insuficiencia cardíaca significa que el corazón no puede bombear la sangre adecuadamente al resto del cuerpo.

—Pero Caitlyn no ha presentado ningún síntoma.

—Esta enfermedad puede no presentar síntomas, o bien, puede que si lo haya presentado pero no fueron graves.

¿Qué rayos? estaba enferma y ni yo lo sabía, tiene que ser una broma.

—¿ Y se puede curar? —note un atisbo de esperanza en la voz de mi madre, pero eso desapareció en cuanto el doctor negó con la cabeza.

—La enfermedad está muy avanzada y lo único que puedes hacer Caitlyn... —se giró a mí y bueno, debo admitirlo era atractivo, ojos azules cabello castaño oscuro, rasgos muy finos, aunque él estaba casado y era mayor que yo así que no había mucho que hacer.

¡Caitlyn! ¿enserio estás pensando eso en una situación como esta? ¡Pon atención!

Decido hacer caso a mi consciencia y vuelvo a la realidad.

-¡Caitlyn! ¿Qué opinas? —dice mi madre chasqueando sus dedos y viéndome con los ojos cristalizados, sólo en ese momento supe que no tenía que desperdiciar tiempo.

-Pues debido a que no tengo mucho tiempo debería..... aprovechar lo que queda de mi tiempo ¿no? ¿Qué es lo peor que puede pasar?

(...)

Y acá estaba yo en un campo que quedaba cerca de mi casa viendo a la nada y soltando las pocas lagrimas que me negué a soltar frente a mi madre. En cuanto llegue a mi casa salí en bicicleta hasta aquí, siempre lo hacia cuando necesitaba tiempo para pensar y/o uno de mis estúpidos ex (no todos, aclaro) me rompía el corazón.

Las palabras del doctor Gray llegaban a mi cabeza.

«En los peores de los casos te dará un infarto, en los mejores caerás en un coma permanente o morirás entre sueños que es algo más probable.»

Si iba a hacer algo lo haría ya.

Antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora