Mierda, mierda, mierda, Jayden ¿eres estúpido o qué?
Estuviste a punto de besar a Caytlin ¡A CAYTLIN! la chica que es como tu hermana menor, tu jodida hermana menor.
Pero no lo es.
Tienes suerte de que seamos la misma persona y yo sea condenadamente sexy, sino ya te hubiese dado un buen golpe.
La disputa entre mi consciencia y yo iba a durar más de no ser porque un sonoro ruido inundo mis oídos, salí corriendo a la sala y observe a Caytlin colgando del sillón haciendo un puchero y su cabello colgando, en otras circunstancias me habría reído de ella pero en el suelo estaban el control del televisor y un vaso roto, me sorprendía que Caytlin no se hubiese despertado.
No, no es cierto y lo sabes, esa chica duerme como un jodido oso ivernando.
Sonreí y me acerqué a Caytlin.
—Hey, hey, vamos a la cama —parecía un padre tratando de despertar a su hijo pequeño.
—No quiero —y dicho esto me empujó y tomo una posición adecuada en el sillón, reprimí una carcajada.
Esta chica me volvía loco.
Me dirigí por la escoba y el recogedor que Caytlin tenía en la cocina para limpiar el vaso roto, por suerte no tenía ningun líquido dentro.
Regrese a la sala y lo primero que vi fue a Caytlin chupándose el pulgar arrugando la nariz, la chica era tierna enserio lo era ¡Joder! era increíble como con una simple acción ella lograba conmoverme.
Sacudí la cabeza y comencé a barrer y colocar los trozos de vaso dentro del recogedor, luego de eso los deposite en la basura y deje las cosas en su sitio.
—Bien bella durmiente —tomé a Caytlin en brazos— Vamos a tu habitación.
Ingresé a su habitación, la deposité en su cama y cubrí con sus cobijas, era lindo verla así tranquila, inocente, en paz, como si fuera una niña pequeña aguardando la noche para cuando caiga dormida pueda descubrir nuevos mundos, mundos paralelos que ha creado su cabeza en los que ella es feliz y logra cada cosa que se propone no muy alejada de la realidad.
Me recosté a su lado y tome su mano mientras miraba su rostro, ese rostro angelical detrás del cual habitaba una chica loca, con un millón de ideas en su cabeza, secretos todos misteriosos pero que hacían de ella una persona maravillosa.
Dejé un beso cerca de sus labios y me fuí a dormir.
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Antes de morir
AléatoireEs increíble como la vida te da tantas razones para vivir, para llorar, para reír, para querer morir. Esa ultima no era una opción agradable, muchos dicen que son desdichados, que quisieran morir, yo los llamo cobardes ¿Quién querría morir? por lo m...