Jayden cerró la puerta tras él y yo me senté en la cama mirándolo fijamente; un silencio sepulcral invadió la habitación, pasados unos segundos hice puchero cerrando mis ojos y me recoste en la cama con los brazos estirados.
-Estás cansada, deberías dormir. - la voz de Jayden rompió con el silencio y abrí mi ojo izquierdo.
-No estoy cansada, quiero seguir en la fiesta -me levante de la cama y sentí como todo me dió vueltas- wou, todo da vueltas -reí divertida y camine hasta él.
Para estar ebria caminaba de maravilla.
-Y además estas ebria, no voy a dejar que salgas y sigas bebiendo.- escuché como él colocó el seguro de la puerta y mi ceño se frunció-
-¿Pero que demo...?
-No saldrás.
-Tú también estás ebrio.
-No he bebido una gota en toda la noche.
-En el bar tenías un vaso en las manos, un gran vaso de cerveza.
-Era el que te quite de las manos, ebria desenfrenada en potencia. -reí recordando eso y, ya estando frente a él, coloque mi mano en su hombro izquierdo. No sabía si creerle o no, no le había prestado mucha atención en el bar.
-Es cierto, estás arruinando mi diversión de hoy, idiota.
-Ponte tu pijama y duerme. -arrugue la nariz y bufe, me di media vuelta y fui al armario sacando mi pijama de este.
-Eres un imbécil. -murmure muy audible para que él escuchara, sólo obtuve una risa suya como respuesta; caminé hasta la cama y lance el pijama a la cama, me puse en un pie tratando de hacer equilibrio mientras quitaba la zapatilla de mi otro pie, cuando estuve a punto de caer por mi mal equilibrio en mi estado de ebriedad, la mano de Jayden me sostuvo y yo aleje la mirada de mis pies- ¿Y ahora tú qué?
-Te estoy ayudando, inepta. -lo mire mal y él sonrío de lado- Venga, siéntate y yo te quito los zapatos tan incómodos que traes que aumentan tu estatura de pitufo.
-Já-já, muy gracioso -rodé los ojos sentandome en la cama con él en cuclillas a mis pies, no hizo ningún comentario, sólo saco mis zapatillas y las dejó en el suelo.
-¿Gracias? -Jayden se quedó mirando mis pies unos segundos sin levantar la mirada.
-Oye... ¿me huelen los pies acaso? -eleve una ceja y él sonrío negando con la cabeza, subió la mirada y a medida que subía la mirada sus manos subían por mis piernas deteniéndose en mis rodillas, mordí mi labio inferior y nuestras miradas se encontraron- ¿Todo bien?
-Todo bien -afirmó él con una pequeña sonrisa, se acercó un poco a mí y depósito un pequeño beso en mis labios, sonreí como idiota y lo tomé de la camisa acercandolo más a mí, haciendo que mi rostro y el suyo quedaran a centímetros, mordí mi labio inferior y él relamio sus labios, baje mi vista a ellos y él sonrío prepotente, lo solté al momento y aparte la mirada de ellos.
-Ya... vamos a dormir -intente ponerme de pie subiendo la mirada a sus ojos y mordí mi mejilla derecha por dentro.
-Cay, no me has dado una respuesta aún.
-¿Sobre qué?
-¿Quieres ser mi novia? -abrí los ojos rápidamente sin encontrar respuesta alguna a su planteamiento y él sonrío leve negando con la cabeza- No hace falta que me respondas, sino quieres no hay problema, seguiremos siendo amigos -se puso de pie y me dió la espalda caminando a la puerta, sin pensarlo dos veces, y quizá a causa del alcohol, me levante rápidamente de la cama llegando a su lado y tire de su brazo para hacer que volteara, su rostro mostró confusión al inicio pero poco me importó ya que en cuestión de segundos me había acercado a su rostro y lo había besado.
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Antes de morir
RandomEs increíble como la vida te da tantas razones para vivir, para llorar, para reír, para querer morir. Esa ultima no era una opción agradable, muchos dicen que son desdichados, que quisieran morir, yo los llamo cobardes ¿Quién querría morir? por lo m...