Una mirada al pasado

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13 años atrás.

Estaba enojado mi mamá me había traído al parque de la ciudad, era como el corazón del lugar donde vivimos o eso es lo que había escuchado decir a mamá, la que por cierto, se iba a reunir con su mejor amiga que había vuelto de Brasil y esa era la razón de mi molestia ¿qué se supone que iba a hacer yo? No iba a sentarme a escuchar sus conversaciones aburridas que para ellas eran divertidas.

-Jayden ¿podrías siquiera quitar esa cara de pasa arrugada? ¡asustarás a Tina! ¡Pareces una pasa con cuerpo!

Sólo mamá podría hacerme reír y quitar sólo un poco mi enojo.

-Lo intentaré.- mamá sonrió y  yo me crucé de brazos haciendo un puchero.

-Oh mira ahí está Tina.- giré hacia la dirección donde mamá estaba apuntando y me encontré con una señora de tez blanca, ojos azules, alta, el cabello lo llevaba suelto y caía en sus hombros, vestía un vestido azul que resaltaba el color de sus ojos y tenía una gran sonrisa que la hacía verse más joven de lo que quizá era.

-¡Marta!- Tina corrió hacía mi madre cual niña pequeña 

 gire mi rostro hacia mi madre para darle una mirada de que está mujer estaba loca y lo mejor era que nos fuéramos de ahí pero al girar no encontré a mi madre así que volteé a donde originalmente mi rostro había estado y me encontré viendo a mi madre y a Tina abrazándose como si no hubiera un mañana, me era imposible creer que mi madre que siempre había sido alguien muy estricta y que desaprobaba esa clase de comportamiento "infantil" estuviera haciéndolo.


-¡Hey Jayden! cierra la boca que se te meterá un insecto y ven a saludar a Tina.- cerré la boca, la cual, no me había dado cuenta que estaba abierta y me acerqué hacia Tina y mi madre.

-Mucho gusto...¿Tina?

 -Hola Jayden.- Tina me regaló una sonrisa materna y revolvió mi cabello a lo que yo solté una risita.

-Hey Tina ¿y tu hija... Caitlyn?

 -Oh ésta niña es todo un desorden hace un momento estaba aquí conmigo.- soltó una risa.- siempre hace esto, está a mi lado y en un instante desaparece, pero no te preocupes por suerte conozco bien a mi hija y sé como regresarla a mi lado.- Tina saco su móvil de su bolso y comenzó a buscar algo en sus archivos. 

 - Tina ¿qué haces?

 -Dame un segundo.- mamá y yo giramos a vernos pensando lo mismo, esa mujer estaba loca, o por lo menos eso pensé yo.- ¡listo! .- soltó una risita y dio click a su móvil mientras se reproducía la tonada de un camión de helados, el rostro de confusión de mi madre y el mío eran épicos en ese momento.- ¡Caytlin! ¡Linda el camión de los helados ha llegado!

 -¡HELADO! ¡YA VOY! -Ahí tienen a mi más preciado dolor de cabeza amigos.

 Una niña de mi edad casi idéntica a Tina sólo que con el cabello más largo y ojos cafés se asomó desde la parte más alta de un árbol al que yo nunca me habría subido ¿qué tendrá en la cabeza?

-¿No es peligroso que este allá arriba? esta muy alto ahí.- dijó mamá.

 -Por más que se lo he dicho no entiende Marta, pero...no la voy a privar de hacer esas cosas, ni siquiera tengo idea de cómo aprendió a trepar un árbol.- gire hacia el árbol donde Caytlin estaba y la observe bajar tan agilmente ese árbol que verla hacerlo parecía tan seguro y fácil de lo que era en realidad, al llegar a tierra firme se hecho a correr hacia su madre. 

 -¿Dónde está? ¿Dónde está el helado mamá?

 -Primero señorita ¿dónde te habías metido?

Antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora