Capítulo 22: Mi Amor...

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En un silencio profundo se encontraba sumergida la habitación, las miradas se cruzaban, esas miradas que decían todo sin necesidad de palabras. Cada uno esperaba a que alguien diera el primer paso y pronunciara las primeras palabras que le darían sentido a la conversación dando un vuelco a todo el asunto que estaba acongojándolos y suprimía sus pechos.

Desde lejos observaba el dilema que se estaba formando con una simple confusión, así que decide adentrarse a este para evitarlo o al menos eso esperaba que sucediese y no empeorara más la situación en la que Yoshiro se encontraba sumergido. Lentamente se acercó a él y lo tomo del brazo. –Bueno yo creo que me llevare al doctor lejos de aquí antes de que termine muerto. –lo arrastra por toda la habitación hasta llegan a la puerta principal y ambos desaparecen.

-Creo que me retirare. –Dice Wiss con una sonrisa en su rostro- parece que ustedes dos tienen mucho de qué hablar.

En el recibidor solo se encontraban ellos dos, mirándose uno al otro, parecía que todo lo que habían avanzado lo retrocedieron en tan solo unos instantes, pero la pregunta en que momento comenzaron a retroceder. Quizá uno comenzó a caminar hacia tras antes que el otro...

-Vegeta... yo... -titubea y desvía la mirada en otra dirección...

-Es verdad que es tu medico... -dijo con seriedad.

-Si... lo es... -musita- pero lo que acabas de ver fue solo un accidente...

-Te sucedió algo para que tuvieras que llamara a un médico personal...

-Bueno... de eso precisamente quería hablarte... -musita- por eso le pedí a Wiss que te trajera...

-Es tan importante para que confiases en un extraño y le dieras la oportunidad de que te encontrara en una situación así de comprometedora. –insinúa con desdén

-Otra vez volvemos a lo mismo. –dice molesta.

-Qué quieres que piense después de verte en una situación así...

-Podrías solo intentar escucharme... -ruega.

-Que sucedió en lo que me fui... -continua serio- quiero saberlo todo...

-empecé a sentir unos mareos extraños... -las lágrimas comienzan a brotar de su ojos- no quería ir al médico pero eventualmente termine ahí por un desmayo...-solloza- el doctor que viste fue el medico que me atendió y me dio el resultado de unos análisis donde decía que estaba... que estaba... embarazada...

La mirada de Vegeta era de asombro y sus ojos destellaban un pequeño brillo al escuchar esas palabras aunque su expresión seguía siendo la misma, intentando no mostrar sus sentimientos.

-Pero... -continuo Bulma, hizo una pequeña pausa seguida de un suspiro- pero... -ya no podía continuar la frase, su alma volvió a quebrarse sin darse cuente se encontraba tumbada en el suelo a los pies de Vegeta llorando sin parar.

Vegeta al solo ver la reacción de Bulma sabía lo que significaba, algo había salido mal en todo lo que continua de la historia que no conocía. Su mirada cambio de repente, sus ojos que recién emitían un brillo ahora se tornaban oscuros y sin vida, como si nada tuviese sentido, como si solo fuese una jugarreta del destino.

-Debo... debo salir un momento... -dice con la voz quebrada. Se dirige a la salida pero antes de cruzar el umbral de la puerta voltea a verla de reojo- Lo siento... -susurra dejándola atrás.

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