Los días pasaron poco a poco.. Parecía que el tiempo quería ir más lento de lo normal, y la verdad que no me molestaba, estaba feliz, cada vez que iba al trabajo me quedaba pendiente del reloj para poder irme y volver a verlo, después de cenar nos pasábamos horas hablando, simplemente nos abrazábamos, nos sentábamos en el sofá y hablábamos de cualquier idiotez para terminar besándonos, si.. Solo eso.. Era un día de semana ninguno de los dos quería tener nada, pero.. Luego él se iba.
Pero entonces llegó el fin de semana, y obviamente estábamos invitados, lo que me sorprendió fue el entusiasmo de Samuel... Ese día se había levantado un tanto temprano, me preparó el desayuno y luego me pidió que me ponga el traje... Y..entonces llegue a la conclusión de que !No tenía un traje¡.
Pero Samuel al parecer lee el futuro, ya que tenía preparado uno de sus trajes para mi, la verdad que.. Me encantaba como me quedaba.
Horas después llegamos a un parque bastante extenso, quedaba un tanto lejos de la ciudad, en el parque predominaba el verde, y la paz, al entrar una mujer nos pidió nuestros nombres para ver si estábamos en la lista, y para la sorpresa de ambos, estábamos en ella.
Lo primero que decidimos hacer fue saludar a la !Hermosa e increíble pareja¡, Lidia estaba vestida con un blanco vestido, que en mi opinión le quedaba muy bonito, yo tenía todas las intenciones de decírselo pero luego recordé todo lo que me hizo y mi corazón se enfrió en un pequeño instante.
- No pensé que ibas a venir -. Saludó con una nerviosa sonrisa.
- No me perdería la fiesta de tu boda-. Comenté mientras entrelazaba mi mano con Samuel.
- Disfrutala-. Aconsejó mientras se retiraba para irse con otro familiar.
- Creeme que la disfrutaré-. Susurré sin que me escuchara.
- Esto parece una guerra de populares en el instituto-. Comentó entre risas Samuel.
- La detesto -. Expulsé con furia.
- !Guillermo¡, estamos en una fiesta -. Aclaró mientras llamaba a un mozo para recoger dos copas de champagne. -Hay que disfrutarla-. Dijo mientras me alcanzaba la copa.
- !Oh espera¡ -. Detuve a un familiar para sacar de mi mochila la cámara y pedirle que nos saque una fotografía.
El familiar se alejó unos pasos para luego sacar la fotografía, luego me la devolvió con la fotografía imprimiéndose.
- Es de mis favoritas-. Comente observándola.
- El traje te favorece -. Elojió.
- A ti también, tonto-.
- ¿Sabes?, a la mierda, estuve esperando esto toda la semana, vamos.. -. Me tomó de la mano para llevarme por todo el patio del lugar, hasta llegar a los baños masculinos que para nuestra suerte estaban vacíos, comenzamos a besarnos mientras a torpes pasos nos metimos en uno de los cubículos, específicamente el de discapacitados, un poco mas espacioso que los demás.
Colocó sus manos en mis muslos para luego alzarme haciendo presión contra la pared del cubículo, mientras yo enredaba mis piernas con él.
Me quitó la mochila dejándola en algún lugar que poco me importaba, sin abandonar los besos con fuerza se deshizo del traje, botón por botón desabrochó mi camisa dejando mi torso completamente desnudo.
Bajó su cabeza para dejar besos en mi cuello con los cuales poco a poco iba perdiendo la cordura, ese hombre era maravilloso me teletransportaba a otro mundo de placer cuando me dejaba llevar por sus caricias, besos y gemidos.
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¿Pornografìa? ➖ Wigetta
AcakGuillermo era un hombre que nunca tuvo suerte con las mujeres, Y Tampoco tuvo suerte con el dinero, por eso es que vive en una renta con muy malas pintas, Sus amigos son de lo peor, Y ni hablar de que no tiene trabajo, Pero un día conoce a Samuel, U...