Hermanastros

Capítulo 10

Capítulo 10

—¡Anna!—gritó furioso mientras se dirigía al patio trasero en busca de la chica—¡Anna!

—¿Qué quieres, Hall?—preguntó la chica mientras revisaba que el barniz de sus uñas estuviera perfecto.

—¿Me quieres explicar que es esto?—señaló el borde del examen que sostenía, donde se marcaba una perfecta C.

Ella soltó un suspiro y le dedicó a Stefan una mirada impasible.

—Es un examen—respondió con un tono delicado, como si hablara con un niño de dos años, luego solto una carcajada—cielos, no me extraña que tenga una C.

—No hablo de eso Anna.

—Escucha, mi querido Stefan, yo no tengo la culpa de que tus notas sean un asco, y con esto digamos que... ya perdiste la apuesta.

—Estás loca "Rusa"—dijo con un exagerado acento italiano—algo hiciste para que me pusieran esta nota porque estuve matándome todos los malditos fines de semana estudiando y estudiando.

Anna se puso de pie inmediatamente.

—Tú no tienes derecho a llamarme Rusa, eso solo lo hace una persona y obviamente no eres tú.

—Creo que tu sobrenombre está en boca de todos desde que Gianini te mencionó durante su entrevista, pero no cambiemos el tema, explícame esto.

Ella bufó.

—Puede que alguien cambiara tus respuestas por unas incorrectas y pues... ya te sabes el resto.

—Esto no se quedara así—dijo Stefan antes de retirarse.

—He escuchado eso cientos de veces—murmuró Anna para sí misma.

***

El lugar se encontraba repleto de gente, y no era simple gente, sino personas de la alta sociedad, todos asistían a un desfile muy importante donde se harían grandes aportaciones de dinero a fundaciones de caridad.

Anna participaría en el desfile solo porque moría por usar un vestido de un diseñador incluso más famoso que su padre.

—¿Zack que haces aquí?—le preguntó Anna al chico, que observaba embelesado a las modelos—aquí solo pueden estar las modelos.

—Ah, si, me dijo Stefan que te diera un mensaje—ella volcó los ojos en cuanto escucho el nombre—dice: que comience la guerra.

—¿Qué? ¿Cuál guerra?

De pronto escuchó el nombre de un diseñador y los aplausos resonaron por todo el lugar, dirigió la vista hacia su vestidor y se encamino hacia él, el vestido que tanto esperaba usar ya no estaba.

El grito de Anna se escuchó por todo Miami, cuando se acercó para ver quien estaba causando sensación sobre la plataforma casi se desmaya al ver una chica con el vestido que ella modelaría. Estaba a punto de hacer el berrinche de su vida, pero el ver a Stefan del otro extremo burlándose de ella solo hizo que unas inmensas ganas de asesinarlo la corrompieran. En definitiva eso no se quedaría así, si Stefan quería guerra entonces eso habría.

***

—Necesito que se publiquen cuanto antes—decía Anna mientras le entregaba a un chico una copia de las notas de Stefan, y no eran precisamente las mejores notas.

—Claro, será portada en la próxima edición, Stefan Hall no se lo verá venir.

—Lo sé—dijo ella—mil gracias, te enviare una invitación para la próxima fiesta que haga.