Capítulo 29

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Capítulo 29

Luca estaba colgando, de cabeza, del barandal de las escaleras, con las manos y los pies atados firmemente con una cuerda, pero eso no era todo, tenía el rostro lleno de maquillaje, tanto que parecía un payaso. Se balanceaba de un lado a otro, con la esperanza de que la cuerda se aflojara para que el pudiera liberarse, aunque sabía que la caída dolería. A penas tenía dos minutos ahí, pero ya estaba comenzando a marearse. Oh definitivamente esos tontos se la pagarían, tarde o temprano, no le importaba tener que esperar años, él tendría su venganza, o al menos eso pensaba.

—¡Bájenme de aquí!—gritaba con desesperación.

Los chicos soltaron una carcajada, había sido más fácil de lo que esperaban. De pronto escucharon pasos y voces, y también el tintineo de unas llaves.

—¡Es Carlos!—gritó Elena—¡Corran!

Todos huyeron, entre tropezones y carcajadas. Llegaron a la cocina y salieron por la puerta trasera, estaba un poco oscuro y eso hizo que Anna cayera sobre Zack y a su vez este cayera sobre Axel, pero los tres se incorporaron rápidamente.

—¡A mi auto, todos!—susurró Zack.

—¡Qué demonios!—escucharon el grito de Carlos.

—Rápido, vamos—Anna los apresuraba.

Subieron al auto lo más rápido que pudieron, y cuando Zack arrancó todos rieron con alivio. Elena sabía que recibiría un castigo, pero definitivamente valía la pena recibir un castigo por lo que habían hecho.

—Papá me castigará—habló Anna mientras Zack conducía sin rumbo fijo—Si Adam en verdad es su socio estoy frita.

—Bah, los negocios y los asuntos familiares son cosas que no deben mezclarse, Anna—dijo Alex.

—Además—comenzó a hablar Reina—nosotros podemos decir que tú no tuviste nada que ver.

—¡Claro!—gritó Zack, con un tono sarcástico—¡Y lo creerán porque ella no hace esa clase de cosas!

Anna lo observó entrecerrando los ojos.

—Idiota.

Zack sonrió y le lanzó un beso al para después guiñar un ojo.

 …

—¡Anna!—gritó William—¡Anastasia! ¡Tienes 5 segundos para bajar! ¡1…2…!

—¡Ya voy, ya voy!—gritó Anna desde arriba.

Bajaba a toda prisa las escaleras, era tal su rapidez que casi cae, pero logró sostenerse a tiempo.

—…3…4!

—¡Ya estoy aquí! ¡Llegué a tiempo!

William le dedicó una mirada que ella ya conocía muy bien, una mirada que de cansancio y desaprobación.  Anna ya sabía de qué se trataba todo eso: Luca y Adam.

—Necesitamos hablar, y es algo serio.

—¡Agh! Papá, si tiene que ver con Luca y su tío no puede ser algo serio.

—Anna, calla y presta atención a lo que digo.

—¿Puedo sentarme?—preguntó. William puso los ojos en blanco pero asintió—gracias.

—Ahora… sé que sabes que voy a asociarme con Adam y Carlos, y sé que cualquier cosa que tenga que ver con Luca te molesta, pero en esta ocasión tendrás que soportarlo.

—Pero…

—No me interrumpas. Adam es un buen hombre, sabe que negocios y asuntos personales no se mezclan, y esta consiente de la rivalidad que hay entre tú y Luca…

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora