Capítulo 14

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Capítulo 14

—¿Te gustó nuestra cita?—preguntó Stefan cuando estaban en la puerta de la casa de Anna.

Ella sonrió con la emoción de una niña de 5 años.

—Claro, estuvo genial—contestó.

—Bien, me alegra que la hayas pasado tan bien como yo, Anna—dijo al tiempo que se acercaba aún más a ella.

La tomó por la cintura y pegó sus labios a los de ella. Un carraspeo los hizo separarse.

—Buenas noches, Anna—dijo Alex recargado en la puerta.

Ella puso los ojos en blancos.

—Te veo mañana, Stefan—le dijo con una sonrisa y le dio un pequeño beso.

—Nos vemos, preciosa—dijo Stefan ignorando abiertamente a Alex.

Dio media vuelta y caminó hasta su auto, cuando desapareció de la vista de Anna, ella dio media vuelta para entrar a su casa, pero Alex no la dejó.

—¿Te quitas?—preguntó molesta.

Alex le dedicó una mirada impasible y con lentitud sacó un cigarro de su chaqueta, lo prendió con su encendedor y le dio una calada, después expulsó el humo en el rostro de ella.

—Ay, idiota—se quejó Anna tosiendo.

—Por favor, no es como si nunca hubieras fumado—dijo él y se quitó de la puerta para salir.

—¿Saldrás a esta hora?—preguntó ella.

—Si—contestó—William me compró una moto y tengo que estrenarla, tengo una cita.

—Vaya—dijo ella—ya te hacía falta tener una vida propia para que dejes de meterte donde no...

Ni siquiera terminó de hablar porque Alex arrancó y se fue ignorándola. Anna frunció los labios molesta, masculló algunas maldiciones y entró a casa.

—Hola—le dijo Axel, que estaba sentado en las escaleras.

—Hola, uhm ¿Qué pasa con Alex y su nueva actitud de "soy un rebelde sin causa"?—le preguntó.

—¿También lo notaste? Se ve como un idiota.

—Más de lo normal.

—Lo sé, dice que quiere cambiar, ahora va a ser "diferente", hasta va a salir con alguien.

Anna negó con la cabeza.

—Ven, vamos a ver una película en mi habitación, así te cuento como estuvo mi cita con Stefan.

—No, no, no, no, yo no soy Elena, así que paso.

Ella lo tomó del brazo y lo jaló para que subieran las escaleras con la poca fuerza que tenía.

—¡Vamos! Elena está dormida a esta hora y no puedo hablarle para despertarla, o si puedo, pero no quiero, luego me hablará a las 3 de la madrugada para cobrar venganza.

—Bien—se rindió Axel—pero vamos a ver una película de terror.

—Si, como sea—dijo Anna—Stefan me llevó a un restaurante de comida italiana...

Axel puso los ojos en blanco, le agradaba mucho Anna, y le gustaba estar con ella, y aunque no le parecía su relación con Stefan se alegraba por verla feliz y emocionada.

***

—Nos vemos papá—dijo Anna dando brinquitos para bajar la escalera.

—Ah, ah, alto ahí, vamos a desayunar juntos—dijo William.

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