Capítulo 21

15.8K 573 15
                                    

Capítulo 21

No quería ponerse de pie, definitivamente no quería asistir al colegio ese día, después de las fiestas navideñas se había acostumbrado a dormir hasta tarde, en realidad se había acostumbrado a dormir en la madrugada y despertar en la tarde, por lo cual le costaba siquiera abrir un ojo a esas horas de la mañana, aunque solo hubiesen sido pocos días.

La alarma sonó nuevamente y ella gruñó, tuvo que ponerse de pie para apagarla, aunque lo detestaba era un método muy efectivo, poner el despertador lejos para tener que bajarse de la cama y apagarlo.

Cuando se puso de pie se estiró y se obligó a ya no volver a su cama, ahora venía lo difícil: despertar a los gemelos.

William y Demetria viajaban mas seguido, por lo que en esos días no estaban en casa, y sin Demetria los gemelos hacían lo que querían, y William personalmente le había encargado a ella que los gemelos asistieran todos los días a clases mientras ellos no estuvieran.

Se dirigió a la habitación de Axel, el chico estaba dormido boca abajo roncando tan ruidosamente que le sorprendió no haberlo escuchado hasta su habitación.

—Axel—habló con voz fuerte—ya despierta.

—Hmm...Ajá—susurró él, aun adormilado.

—Vamos, tendré que lanzarte agua helada si no te has levantado en cinco minutos—amenazó ella.

—Tú estás peor que mi madre—se quejó Axel.

Anna sonrió y salió de la habitación de su hermanastro, ahora le tocaba despertar a Alex, no creyó que fuese tan difícil ya que por lo regular Alex hacia las cosas sin que las personas se lo ordenaran.

Entró a la habitación de Alex y abrió las cortinas oscuras para que entrara la luz del sol, observó cómo Alex dormía plácidamente y tuvo una idea demasiado perversa como para dejarla pasar, perfecta para comenzar el día.

—Alex—le susurró dulcemente al oído, Alex se removió en la cama, pero no abrió los ojos o dio alguna señal de haber despertado—bueno, yo lo intente por las buenas—dijo Anna alzando los hombros.

Corrió hacia el baño que estaba en el pasillo y tomó un recipiente, acto seguido lo llenó con agua y se dirigió de nuevo hacia donde Alex dormía.

—¡Despierta!—gritó al tiempo que le vaciaba el agua encima.

Alex se despertó asustado, gritó totalmente confundido, y al ver a Anna carcajearse y sentir el agua escurriendo por su cabello... supo lo que había ocurrido.

—¡Estás loca!—gritó.

—Intenté despertarte, pero no me hiciste caso—se defendió ella alzando los hombros y riendo.

—¿Y por eso quieres que enferme?—preguntó Alex, se puso de pie y maldijo a Anna en voz baja, definitivamente eso no se quedaría así—¿conque te da mucha risa?

Se acercó a Anna y sin darle tiempo a nada la tomó entre sus brazos, la colocó sobre su hombro y salió de la habitación. Anna se retorcía en el hombro de su hermanastro y le ordenaba que la bajara inmediatamente, estaban bajando las escaleras y eso no quería decir nada bueno.

Alex se dirigió hacia la puerta de cristal que daba al patio lateral, salió de la casa y sin advertencia se dejó caer en la piscina con Anna sobre sus hombros.

—¡Estás loco!—gritó Anna cuando salió del agua para tomar aire—tratas de asesinarme, le diré a mi padre.

Alex se carcajeaba, le daba demasiada risa el rostro de Anna en ese momento. Se sumergió en el agua y se acercó a ella, la tomó de las piernas y la hizo sumergirse nuevamente. Cuando ella logró salir trató de golpearlo.

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora