Capítulo 27

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Capítulo 27

—¿Dónde está Alex?—preguntó Zack cuando vio llegar a Anna sin su hermanastro siguiendo sus pasos.

—Se regresó a casa, creo—contestó ella volviendo a tomar asiento. De pronto aquellas enormes ganas que tenía por comer helado habían desaparecido.

—¿Pelearon otra vez?

—Sí.

—Qué raro—dijo Reina con sarcasmo.

Elena y Axel rieron.

—Bueno—dijo Zack poniéndose de pie—Reina, tal vez, en vista de que no tenemos nada mejor que hacer, deberíamos ir a dar una vuelta por la ciudad ¿te parece?

—Oh, bien—aceptó ella—¿Vienen con nosotros?

—Nah, quiero ir a casa para dormir.

—Nos vemos mañana—dijo Reina despidiéndose de Anna, Axel y Elena.

Zack se acercó a Anna para despedirse de ella dándole un beso en la mejilla, pero ella aprovecho el acercamiento de su amigo para tomarlo de la oreja y susurrarle con tono amenazante.

—Más te vale que no te quieras pasar de listo con ella.

—Ouch. Si, ya me habías dicho antes. ¿Puedes soltarme?

—Claro. ¡Diviértanse!

Ambos chicos salieron del restaurante, Anna los perdió de vista cuando cruzaron la puerta.

—Hay que tener cuidado con ese depredador de vírgenes—susurró Anna.

Elena puso los ojos en blanco.

—Tal vez no te has dado cuenta, pero a Reina le gusta Zack.

—¿Qué? Imposible, Reina es demasiado inteligente como para que le guste Zack.

—Uno no decide quien le gusta, Anna—dijo Axel—si te gusta, te gusta y ya.

—Sí, no importa si es un depredador de vírgenes o un chico que se cuida el cabello más de lo que cuida su vida.

—Oye, mi cabello es tan importante como cualquier otra parte de mí ser.

Ambas chicas pusieron los ojos en blanco.

—Bueno, yo quiero ir a casa, en realidad tengo mucho sueño. Nos vemos en la tarde—dijo Anna mientras se ponía de pie.

—Seguro.

—Adiós.

***

Era tan desesperante no tener nada que hacer. Normalmente siempre estaba haciendo algo, malo o bueno, o una rara combinación entre ambos, pero se mantenía ocupada casi todo el tiempo, o tal vez no era que no tuviera nada que hacer, sino que no tenía ganas de hacer algo útil.

—¿Anna?—tenían voces similares, pero sabía que Axel estaba con Elena, así que era más que obvio que era Alex el que estaba entrando en su habitación.

—No tengo ganas de pelear ahora. Largo.

—No vengo a pelear.

Había peleado lo suficiente con el mismo, así que pelear era lo último que quería hacer. Ya había decidido que intentaría conquistar a Anna, el problema había sido decidir como lo haría. ¿Qué clase de chicos le gustaban a Anna? ¿Los serios y reservados como Stefan? ¿Los típicos chicos malos que se creían más apuestos que otros, como Zack? ¿Los idiotas, como Luca?

No tenía ni puta idea, según la poca información que había logrado obtener de Elena, Anna salía con quien le gustara. Punto.

Sin pedirle permiso se sentó al lado de ella, en la cama.

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