Capítulo 15

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Capítulo 15

—Así que, estaba pensando en quedarme en casa de Elena, después de la fiesta ¿Qué dices?—le preguntó Anna a William mientras este leía el periódico.

—No sé, Anna, tú y Elena juntas un fin de semana puede ser peligroso para el mundo—contestó William aun sin verla.

—Papá, por favor—suplicó—Carlos estará en casa y sabes que es muy estricto.

—Bien, bien—aceptó él—pero déjame leer el periódico en paz.

Ella pegó un salto de felicidad.

—Gracias, papá.

Se alejó del comedor y corrió a su habitación para alistar sus cosas, estaba emocionada y nerviosa, aunque más nerviosa.

Ya lo había decidido, perdería su virginidad con Stefan, solo para dejarles muy en claro a todos los que se metían en su vida que ella podía hacer lo que quisiera.

***

—¿Ya vas a casa de Elena?—preguntó Anna mientras salía de su habitación.

—Estoy saliendo de casa, nena—contestó Stefan.

—Genial, hoy va a ser un gran día.

—No sé si sentirme asustado o emocionado—admitió el y ella soltó una risa.

—Definitivamente emocionado, te veo en casa de Elena—finalizó la llamada y bajó las escaleras.

Guardó el celular en el gran bolso donde llevaba sus cosas, se despidió de William y, por obligación, se despidió también de Demetria.

—Nos vamos contigo—dijo Alex mientras bajaba las escaleras.

—No—dijo ella.

—Si—dijo William—si no vas con ellos entonces no vas a ningún lado.

Puso los ojos en blanco pero se rindió, no pensaba discutir y echar a perder algo que prometía ser grande.

—Vamos rápido—les ordenó a los gemelos.

Los tres salieron de la casa cuando se despidieron, y subieron al auto que usaban todos los días para ir al colegio. Los gemelos se dedicaban miradas, y Anna se dio cuenta de eso.

—¿Ustedes piensan lo mismo?—preguntó Anna con curiosidad—es que algunos gemelos piensan igual, y hasta sueñan lo mismo.

Ambos hicieron una mueca.

—No lo sé—contestó Alex—¿Axel, alguna vez has soñado con una mujer desnuda, con unos senos enormes y un trasero bien formado?

Anna abrió la boca con sorpresa y disgusto.

—¿Rubia?—preguntó su hermano.

—Sí.

—Sí, he soñado con una mujer así.

—¿Eso responde tu pregunta, Anna?

—Creo que si—dijo ella haciendo una mueca.

El chofer siguió conduciendo hasta que llegaron a la gran casa de Elena, y aunque William había pensado que estarían bajo la supervisión del hermano mayor de Elena, no era así.

Los tres bajaron del auto y entraron a la casa, Elena y Zack estaban con algunos chicos del salón, Anna entró como si fuera su casa. Se acercó a Elena y la tomó del brazo para llevarla lejos de sus compañeros.

—¿No ha llegado Stefan?—le preguntó.

—No—contestó ella con indiferencia—sube a la habitación y deja tus cosas.

HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora