Hermanastros

Capítulo 12

Capítulo 12

—Oh, no llores Elena, se te correrá el maquillaje—decía Anna mientras acariciaba la espalda de su amiga.

Axel tragó grueso y comenzó a sudar a causa de los nervios, ahora ya estaba convencido de que sería padre.

—Elena, no te preocupes—le dijo a la chica—todo estará bien, ¿si? no te dejaré sola en esto.

Ella seguía llorando y de pronto comenzó a reír, primero risas suaves, y luego carcajadas, todos la observaron alzando una ceja preguntándose si ya había enloquecido.

—¿Elena?—preguntó Zack.

—¡No estoy embarazada!—gritó.

Axel suspiró aliviado.

—¿Y entonces porque mierda lloras?—preguntó Anna.

—Porque... pues porque estoy feliz—dijo con obviedad.

Todos entornaron los ojos.

—Dios, creí que sería tía—dijo Anna.

—Eso no es nada—dijo Axel—yo creí que sería padre.

Anna rio y se acercó a Axel para tomarlo del brazo y acercarlo a Elena, una vez que estuvieron los dos juntos, sin previo aviso los tomó por las orejas y ambos gritaron de dolor.

—Escúchenme bien, par de tontos—masculló fingiendo molestia—espero que algo así no vuelva a repetirse nunca ¿entienden?

—Si—respondieron al unísono.

—Genial. Ahora, Axel repite despues de mi: debo de usar condón.

—¡Debo usar condón!—dijo sintiendo como Anna torcía un poco su oreja.

—Bien, Elena, repite: debo ser lista y no acostarme con cualquier idiota.

—¡Oye!—se quejó Axel.

—Debo ser lista y no acostarme con cualquier idiota—repitió Elena.

Anna los liberó y sonrió ampliamente.

—Genial, ahora vamos a clase y hagamos como que esto no ha ocurrido—dijo Alex.

Todos asintieron y se dirigieron a clases, durante el descanso Anna y Stefan estaban juntos, sentados en el césped donde siempre se ponían todos, solo que ahora se encontraban los dos solos.

—¿Sigue en pie lo de él sábado?—preguntó Stefan.

—Si—contestó ella—Stefan, sabes... la apuesta, bueno tú no ganas nada con ella y yo sinceramente no quiero humillarte, así que... podríamos dejarla de lado ¿no crees?

Stefan sonrió.

—No lo puedo creer, Anastasia desaprovechando una oportunidad para humillar a alguien, que novedad.

Ella rió, en verdad no quería molestar a Stefan porque, justo en ese momento, le parecía agradable estar con él.

—¿Seguiremos con lo de la relación falsa?—preguntó Stefan—¿o romperás mi corazón?

—No tiene por qué seguir siendo falsa ¿no crees?

Stefan alzo una ceja, y en ese momento se estaba preguntando donde rayos estaba la verdadera Anna que estaba dispuesta a destruirlo.

—¿Anna, te sientes bien? Digo, no me estarás tratando de jugarme una broma ¿o sí?

—Claro que no—contestó ella indignada—y si así fuera no te lo diría.