Capítulo 15

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-¿Deberíamos preocuparnos? -Oí entre susurros.-

-Lleva catorce horas inconsciente, diría que sí. -Respondió Shawn.-

-Esperen, está despertándose. -Alertó Niall.-

Abrí lentamente los ojos hasta acostumbrarme a la luminosidad del cuarto para darme cuenta de que estaba en el sillón de la sala de estar.

Me apoyé contra los almohadones y S ya no estaba sobre la mesa. Fruncí el ceño algo confundida a la vez que observaba a los chicos.

-¿Todo en orden? -Preguntó Louis.-

-Sí, ¿qué pasó? -Dije tratando de acomodar los acontecimientos en mi cabeza.-

-Luego de que Harry fue herido vinimos aquí y al momento de curarlo te desmayaste. -Explicó mirándome.-

Ahora sí estaba segura de todo lo que había pasado, Louis estaba a punto de llevar el cuchillo a la herida de bala en el hombro de S.

-¿Puedo verlo? -Dije fregando mis ojos.-

-Está en su habitación. -Dijo Shawn.-

De a poco me fui reincorporando hasta poder caminar sin dificultad para subir las escaleras hasta llegar al cuarto de Harry y abrir la puerta lentamente.

-Ya no más medicinas Louis. -Masculló a la vez que ingresaba.-

-No, no vengo a drogarte. -Dije acercándome a su lado para sentarme a un lado de él.-

-Emma, lamento lo de tu cabeza. -Susurró lentamente.-

Su rostro estaba empapado en sudor por lo que tomé una toalla que estaba en su mesilla de luz y comencé a secar los restos de agua con cuidado.

-Gracias por haberme apartado Harry, esa bala iba a mi corazón. -Dije jugando con el paño entre mi manos.-

-La pregunta sería que por qué no te apartabas. -Contestó mientras que yo apartaba sus mechones de cabello de su frente.-

-Aquel chico, era idéntico a Malik. Sus ojos, su cabello... Hasta la forma en la que fruncía su ceño. -Dije tomándome por loca.- Pero sé que es imposible porque yo lo vi morir.

-¿Estás segura de eso? -Preguntó tomando mi mano.-

-Pues sí, estuve frente a él. -Contesté antes de que Harry se quejara del dolor.- ¿Duele demasiado?

-No es la primera que recibo, pero sí en este lugar. -Respondió sonriéndome a lo que lo miré seria.- Vamos, esto es solo por el momento, ya voy a estar mejor. Louis es el mejor curando heridas, verás que la tuya desaparecerá en dos o tres días.

Me dirigí al baño para ver mi frente, pero tenía una pequeña gasa adherida a la lastimadura impidiéndome verla.

-¿Qué ocurre? -Preguntó siguiéndome con la mirada.-

-Nada, sólo quería ver cómo estaba, no recuerdo haberla curado antes de desmayarme. -Respondí recogiendo mi pelo en un rodete alto.-

-No sabía si debía levantarme de la mesa para juntarte del suelo o concentrarme en el dolor de la bala. -Dijo pensativo.-

Rodeé su cama para poder recostarme a su lado por encima de las sábanas. Su brazo se estiró apenas para tomar mi mano, gesto que hizo que mi piel se erizara a la vez que una sonrisa se plasmaba en mi rostro.

Permanecimos unos minutos en silencio hasta que oigo mi nombre en la planta baja.
Inmediatamente corrí escaleras abajo para ver a todos sentados en la mesa.

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