Capítulo 38

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Capítulo 38

~Harry~

Estuve luchando como diez minutos hasta que pude apartar los brazos de Emma de mi cuerpo. Amaba cuando se aferraba a mi ropa para que no me fuera, lucía completamente tierna, pero debía irme ya que me dormí con ella y no cené.

Bajé las escaleras rápidamente para ayudar a los chicos con las cajas y bolsos, así tendríamos todo dentro de la camioneta para llevarlo lo más rápido posible y venir por Emma.
Ninguno quería que ella fuera con nosotros ya que el abuelo de Niall, que no sabe nada al respecto, dijo que una de las casas tenía custodia policial por violencia de género y no quiero que se lleven a Emma cuando sepan que es ella, si la reconocen.

Una vez que todo estaba listo, partimos hacia el nuevo destino, hacia la nueva vida de todos. Ya que todo había llegado a su fin y podríamos olvidarnos de todo con el tiempo, era algo que nos daba felicidad.

Debo admitir que este lugar no está nada mal, es casi igual de espacioso que la anterior y tiene más espacio en la cocina, así no tendríamos que empujarnos por la mañana.
Pasó como una hora desde que llegamos y acomodamos las cosas por ahí, asique Shawn y yo partimos en busca de Emma.

Estaba feliz de ir por mi ángel y decirle que estaríamos juntos sin interrupciones, que podríamos irnos a donde ella quisiera... Pero a veces las cosas no son así.
Shawn clavó su pie en el freno mientras que maniobraba por esconder el vehículo entre los árboles, haciendo que mis manos detuvieran el impacto de mi cabeza contra el parabrisas.

-¿Qué rayos haces? -Pregunté cayendo de golpe en mi asiento al igual que él.-

-No puede ser, mierda. -Masculló inclinándose hacia adelante.-

-¿Qué? -Pregunté con la vista obstruída por los frondosos árboles.-

-La encontraron Harry, tienen a Emma. -Informó con los ojos abiertos y su pecho agitado.-

-No. -Negué bajando de la camioneta con torpeza.-

Abrí la puerta de un golpe dejando que el invierno me azotara en el rostro y un escalofrío recorriera mi cuerpo. Sentí las ramas cargadas de nieve golpear contra mi cuerpo hasta que llegué al final del bosque y observé las luces del auto de policía junto a una ambulancia.

Maldita sea, tienen a mi ángel.

Tomé el arma entre mis dedos decididos a disparar y asesinar a alguien si fuera necesario, estuve a punto de hecharme a correr, pero la mano de Shawn atrapando mi remera me lo impidió.

-¡Tengo que ir por ella! -Susurré reprimiendo un grito a la vez que volteaba a verlo.-

-¡No puedes! -Dijo de vuelta.- Van a escarbar en tu pasado hasta que puedan culparte y ponerte tras las rejas. Además, puede que hagan revisión en el cuerpo de Emma y todos hemos visto la mancha violeta en su clavícula. -Informó haciendo que mis mejillas se encendieran y mi cuerpo ardiera de la furia ante su punto.- Pensarán que alguien ha abusado de ella y la someterán a estudios, lo sabes. -Señaló haciendo que recuerde por lo que mi hermana había pasado antes de que Malik me la arrebatara.- Ella volverá a tí. Siempre lo hace.

-Es todo lo que me queda. -Susurré entregándole el arma haciendo que me mirara extrañado.- No te estoy pidiendo que me dispares, sólo mantenla lejos de mi vista.

-Harry, Emma hará todo para encontrarte, debes calmarte. -Intentó explicar pero yo sabía dónde terminaría esto.-

-D-debemos cambiar nuestros números o deshabilitarlos, no quiero que tenga problemas por mi culpa. No más que estos. -Mascullé regresando mi vista hacia la puerta de la casa para observar a  una Emma aterrorizada ingresando a la ambulancia.-

Mi corazón estaba oficialmente destrozado, pero al menos podía notar su colgante de estrella sobre su pecho. Ella seguía brillando, no de la manera en la que me gustaría que lo hiciera, aquí, conmigo a su lado, pero al menos estaba viva y eso bastaba. Una enfermera estaba a punto de inyectar algo en su brazo y Shawn jaló de mí hacia atrás nuevamente ya que lo único que quería hacer era ir por ella y huir. Ser un fugitivo con mi ángel.

No pude mirar más, esto estaba destrozándome. Las lágrimas de su mejor amigo a mis espaldas no eran de mucha ayuda, pero antes de que pudiera darme cuenta, yo también estaba hundido en un mar de llanto. Lo que no quería que pasara, el final que estuve evitando todo este tiempo, estaba pasando.

Los recuerdos junto a mi ángel estaban matándome, uno por uno dentro de mi mente. Su risa, sus manos, la vez que casi la pierdo... No está muerta, pero sin ella en mis brazos siento exactamente lo mismo que aquel día junto a la piscina. Mi vida cayéndome en los pies.

Las puertas de la ambulancia se cerraron y todos los vehículos desaparecieron de mi campo de visión, haciendo que todo el lugar quedara en un silencio sepulcral.

Mi cuerpo cayó de rodillas en la nieve mientras que mi cabeza se rendía junto a mi barrera para contener el dolor que llevaba dentro, asique comencé a golpear el tronco frente a mí reiteradas veces, sin sentir dolor.

-Harry detente, no lograrás nada. -Luchó Shawn jalándome hacia atrás hasta caer de espaldas en la nieve.- Detente.

-Sácame de aquí. -Mascullé sintiendo mi mandíbula completamente tensa.-

Viajé en la parte trasera del vehículo, sentado justo en el mismo lugar en el que Emma y yo habíamos dormido aquella noche en la que hicimos guardia, entre otras cosas.

Yo había sido su primer beso, el primero en tomarla por la cintura, su primera vez... Jamás fue una más, desde el momento en que mi mano hizo contacto con su fría piel y sus ojos brillantes se encontraron con los míos, supe que sería mucho más que tan solo una chica, que yo sería aquel que mantendría sus manos cálidas y le daría todo lo que necesite, tomando en cuenta que la había conocido antes y sabía quién era y lo dulce que podría llegar a ser. 
Mi vida está literalmente escrita con tinta, creando hermosos dibujos sobre mi piel y cada uno cuenta una historia, y la rosa es una de ellas. La más importante de todas. Además de ser parte de su segundo nombre, hay algo particular en las rosas, son bellas y radiantes, pero tienen espinas que pueden llegar a herirte; sin embargo Emma no las tenía, por eso mi tatuaje no las lleva. Yo sería el que le haría daño y se lo había dicho inconscientemente antes, no necesitaba un cuchillo para hacerlo; porque sabía que tarde o temprano haría algo estupido que la haría sentir inferior. 

También recuerdo cuando pregunté por su edad y creí que huiría de mí al llevarnos tres malditos años, pero sin embargo decidió quedarse.
Emma y yo no habíamos tenido solo una noche o sexo, había sido mucho más que eso, no siquiera habíamos hecho el amor, lo que he hecho junto a ella no puede describirse. Me sentí único, especial y, por primera vez, amado por alguien, que no era solamente un rollo o un capricho, sino que de verdad quería estar conmigo.
El recuerdo ella está azotándome justo en el rostro; uno, por aquella vez en que tenía vergüenza de sus pechos; dos, el haber discutido con ella cuando quería ir tras su hermano; tres, por haber sido tan idiota en no llevarla con nosotros y cuatro, haberle promedio un para siempre.
No puedo cumplir mis promesas porque soy un imbécil. No puedo explicarlo.

Saben, se siente como cuando estás manejando y afuera diluvia, y de repente te encuentras debajo de un puente y todo se detiene. Todo es silencio y casi pacífico. Luego, sales de abajo del puente, y todo te golpea un poco más fuerte que antes. Ella era mi puente.

Y ahora no está aquí conmigo para detener los golpes que aumentan con intensidad cada vez más.
Sé que regresaré con ella, que algo me llevará hacia su corazón, que podré estar entre las alas de mi ángel aunque sea una vez más. Así sea para despedirme de ella porque se irá de aquí.... Sólo necesito estar entre sus brazos una vez más, si no sería para siempre.

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The. End. :)

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