PARTE SIETE

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Comíamos en silencio escuchando a N quien hablaba atropelladamente y tartamudeando. Estábamos sentados en la sala alrededor de la mesita atiborrada de platos.

Tal y como Leo me había dicho, no contó todo acerca de lo que había pasado. Los advirtió con ser discretos y de no cometer ninguna tontería que nos llevara a todos a obtener un castigo.

La comida era deliciosa, habían mandado muchísima carne, vegetales, arroz y sopas. Todo nos alcanzaría inclusive para que mañana comiéramos a reventar al igual que hoy.

Por momentos, mi mente se enfocaba en comer y en el día que me esperaba. Saqué el nuevo celular y lo prendí, una voz de mujer me dio la bienvenida diciendo mi nombre. Eso interrumpió a N que seguía repitiendo las advertencias. Me miraron asustados, era el primero en prender el celular. Les regresé la mirada con una sonrisa.

Al momento se escuchó otro sonido, estaban llamando.

El nombre en la pantalla era de Mink. Miré el aparato con miedo. Los chicos continuaban viéndome, esta vez el único sonido era la música de llamada.

—Responde Hongbin, si es uno de esos hombres no lo hagas esperar, no lo hagas enojar — N había cambiado su discurso para decirme ésto.

El teléfono vibraba en mis manos.

Contesté.

— ¿Hola?

Se escuchó un largo suspiro y después una risa.

— ¿Tanto miedo te dio contestar que me dejaste esperando? —la voz del otro lado sonaba irritada — ¿Leíste la parte de los castigos?

Me quedé callado. No había leído nada y ni siquiera había hablado bien con N.

—No, he estado un poco ocupado.

—Bien, cuando lo leas verás que la forma en la que acabas de contestar también te implica otra llamada de atención. Por favor Hongbin, necesitas disciplinarte. En fin, la llamada era para preguntar si la comida y el celular te habían gustado. Mañana enviaré nuevamente comida para ustedes. Dime qué deseas comer y yo me encargaré. Bien, me desvío del tema. Quería desearte buenas noches e indicarte que mañana es tu primera cita conmigo. Tu manager llevará una maleta con ropa que quiero que te pongas cada vez que salgamos juntos, después iremos a comprar más, pero mientras usa la que te envíe, también necesito que uses los perfumes y las fragancias que vendrán en esa maleta, ni se te ocurra cambiar nada de lo que te digo. No sé si necesites otra cosa además del celular, pero piensa. Te llenaré de regalos así que has una lista de todo lo que has deseado. Dame a mi la oportunidad de complacerte antes que Ilwoon intervenga... debo irme, duerme bien que mañana será un buen día. Adiós.

Y sin dejar que dijera otra cosa, me colgó.

Su rápida conversación me produjo desconcierto. Apuraba las palabras como si estuviera nervioso de hablar conmigo. Dejé el celular sobre el piso y regresé a la realidad.

N se acercó a mi lado para comenzar a interrogarme. Miré a los chicos que no se movían, se veían graciosos con las caras asustadas viéndome y sosteniendo sus platos de comida. De hecho se podía ver un gran bocado en el cachete de Ken.

No pude evitarlo y me reí de todos. Ninguno correspondió a mis risas, solo N me sonrió con miedo.

—Hongbin por favor reponde ¿Qué fue lo que te dijo, estaba enojado, te dio alguna orden, habló de otra cosa?

La sonrisa se esfumó de mi rostro al saber que me veía como un tonto en un momento como éste.

Tuve que responderle.

—Me preguntó si la comida me había gustado al igual que si el celular era de mi agrado. Dijo algo de que leyera el reglamento. El manager me traerá un guardarropa que deberé vestir cada vez que salga con él, además de que incluyó perfumes a la ropa que no debo cambiar. También que hiciera una lista con todo aquello que deseo. Mañana es mi primer cita con él. Que descanse bien y que mañana enviara mas comida. Eso fue todo.

N suspiró de alivio. Me abrazó con todo el poder de su cuerpo. Regresó a su lugar e indicó a los miembros que siguieran comiendo.

—Hyung, ¿A que se refiere con los castigos? —pregunté antes continuar comiendo.

Nuevamente N me miró con sorpresa, debía hablar con él antes de perder otra oportunidad.

— ¿Te van a poner castigos? —la voz de Leo se levantó sobre el murmullo de los demás que también se habían sorprendido —. Eso si no pueden hacer, es casi como esclavizarlo.

—Es posible que te obliguen a hacer cosas que no quieras, tal vez por eso los castigos, pero como bien dice Leo eso ya casi es convertirte en un esclavo —Ravi dijo esto con rabia en los ojos.

—No pueden hacerlo ¿O sí? — Ken me miraba mientras preguntaba. Podía verle sufrir.

Ellos sentían mayor pesar que yo. Mi cuerpo seria el utilizado y aún así estaban muy preocupados por mi.

Seguía sintiendo hambre, mis prioridades eran cuidarme y estar saludable. Una gran responsabilidad había caído sobre mi. El problema era que debía explicarles a los chicos que en verdad me sentía estúpido, más sin en cambio parece que todos sufren por causas imaginarias. Lo que ocurría a nuestro alrededor no era lo correcto. Nuestro jefe había vendido mi cuerpo al mejor postor para que nuestro grupo sobresalga con el dinero salido de mi sufrimiento. Nada podía hacerse, me estaba dando una idea de como sería este asunto. Mi vida no corría riesgo, sólo mi salud mental y tal vez mi dignidad como hombre.

Debía explicarles que mi miedo se basaba en lo básico, estaba a punto de experimentar emociones y situaciones a las que jamás imaginé llegar. Ese miedo que me provoca perder mi integridad y mi derecho a elegir sobre mi cuerpo y mi alma.

Pensando bien las cosas, era prácticamente prostitución y yo era una carnada más. Viviría rodeado por 2 hombres que pagarían por mi sólo por tener el derecho sobre mi persona. Quería ser famoso. Rodearme de las celebridades. Mostrar al mundo mis talentos y sobresalir en esta industria tan acaparada. Y no sólo yo lo deseaba, si no también estos 5 preocupones que podrían llegar junto conmigo a donde yo lo desee. Poseíamos el poder de tener a nuestros pies a cualquiera con nuestro talento. Era necesario que yo me sacrificara por ellos. No hay opción, aunque eso me cueste algo más que el orgullo.

Al final valdrá la pena.

Al final valdrá la pena

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FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora