Aparté mi mano de la suya con delicadeza. El miedo volvió a aparecer, sabia que ese tema saldría.
La palabra sexo se repetía muchas veces en las hojas del contrato. Para eso estaba él aquí, para tener sexo conmigo y yo debía obedecer.
Si alguna vez me negaba, algunos de los castigos permitidos eran los golpes, la humillación pública, el ser aislado, privar de beneficios monetarios y en un caso extremo, encarcelarme.Para todas las personas sin experiencia sexual como yo, esta clase de "acercamientos" como los de Leo y los de Mink me hacían perder mi derecho a decidir si lo acepto o no.
Yo no quería acostarme con ninguno de los dos. Y ambos ya me estaban demostrando hasta donde sus buenos modales estaban llegando.Leo era bueno y se preocupaba por mi, pero lo hacía para llevarme antes a la cama que Mink. Los hombres somos irracionales en aspectos como éstos. Me tratan como una señorita y eso me molesta.
Puse la vista en mi copa semi vacía. Su mano seguía cerca de la mía, sin tocarme. Lo miré nuevamente, sus ojos suplicaban. Me molesté aún más.
— ¿No puedes siquiera tratar de hacernos mas cercanos antes de querer tener sexo?
Me dedicó una bonita sonrisa.
—Hongbin, hoy no vamos a tener sexo y precisamente es eso lo que trato de lograr, hacernos más cercanos, pero tu no dejas siquiera que te toque. ¿y así quieres que nos acostemos? Jajajajaja.
Me sorprendí, se estaba riendo por lo ridículo que era. Me estaba comportando como un tonto. Me tuve que reír yo también, a fin de cuentas, hoy estaba a salvo de esa experiencia.
—Me cuesta demasiado el estar aquí con alguien que paga por mi —me sincere —. El grupo esta vuelto loco por lo que significa todo esto. Yo estoy tan aturdido por lo fácil que se me hace dar las cosas por hechas y hacerme sentir que no hay de otra, que debo obedecer como me lo han estado diciendo, pero tengo miedo. Me tocas y regreso a la realidad de que estoy aquí para servirte, para que pagues por estar conmigo. Me hace sentir estúpido y enojado conmigo, por no huir. Por no hacer nada. Me di por vencido muy fácil.
Bajé las manos a mi regazo sin dejar de verlo. Se apartó de mi recargándose en el respaldo de la silla. Cruzó los brazos y puso el semblante serio.
No dijimos más. Por el rabillo del ojo veía como bebía a cada rato el vino. Estaba molesto por mis palabras, era lo mas seguro. Quería salir de ahí y tomar un poco de aire fresco, pero debía esperar a que me lo permitiera.
Me acomodé en la silla y fijé la vista en la ventana. Se veía la ciudad de forma radiante bajo la luz del sol de la tarde. El calor se sentía incluso adentro. Acabé mi copa y alcé mi mano para tomar la botella y servirme. Mink me ganó, agarrándola primero y sirviendo el resto del contenido en mi vaso.
Le agradecí.
—No es la primera vez que hago esto —comenzó —. He pagado por idols como tu antes, en su pre-debut. Mi dinero los llevó a la fama. Puedes preguntar y decir mi nombre, soy intachable. Siempre me he guiado en el contrato que se ha establecido de forma general. Todos lo llevamos a cabo y obedecemos también lo que nos corresponde.
Dejé de mirar la calle y guíe la vista a él. Volvía a sonreír y su voz regresaba a la autoritaria. Nuestros ojos se mantuvieron fijos.
—Es un contrato absurdo y anticuado, pero las grandes cabezas de otras empresas están renuentes a cambiarlo, así que hay que acoplarse. Al principio, todo me pareció lo mejor del mundo, era muy joven. Mi padre falleció cuando iba en la preparatoria así que cuando me gradué, tuve que llevar su compañía bajo mi mandato. Imagina a un chico de 20 años siendo responsable de algo tan importante. Nadie confiaba en mí, pero nadie podía sacarme. Estudié mucho y créeme que hice mi mejor esfuerzo. Al final callé muchas bocas y demostré lo que podía hacer —se rió de ésta última parte, contagiándome. Reímos un poco y después siguió hablando —. Por ese tiempo estaba tan ocupado que me privé de muchas cosas debido al trabajo. Era muy joven, pero no tenía la libertad de uno. Debía ser responsable y eso me llevó a cometer estupideces. Un día sin más, exploté. Estaba harto de todo y sobre eso cansado. Así conocí a Donghae, sí el de Super Junior —abrí la boca en modo de sorpresa, él se limitó a dar una pequeña risa hacía mi exagerado gesto —. Lo conocí en un bar, él aún era trainee así que fue fácil para mi entablar una amistad con él ya que por si no lo sabes, mi empresa es inversionista mayoritaria de la SM. En el pasado, el que estos chicos fueran explotados sexualmente, ya era cotidiano. Cuando entré en ese mundo no era nada nuevo así que las reglas ya estaban establecidas. Aburrido de mi vida que giraba en torno al trabajo, esto para mi fue como respirar aire fresco y bueno, es obvio que accedí a ser inversionista de Donghae. Después de él siguieron otros chicos y ahora tu, pero eres especial, aunque no lo creas, mis antiguos ahijados estaban tan cegados por obtener fama y ser reconocidos, que ninguno fue problema como tu —volvió a reír pero esta vez con una carcajada bastante sonora. No supe si también reír o enojarme por su comentario así que sólo hice una mueca de desagrado —. Ya, lo siento pero es verdad. Todos ellos sabían lo que hacían así que no tuve ningún inconveniente —hizo una nueva pausa, seguía sonriendo —. Y es por eso que te escogí. Desde las grabaciones del reality siempre te caracterizaste por ser bastante tranquilo y risueño. Tu hermosa sonrisa fue lo que me llevó a elegirte desde antes de que entraras en la sala. Te veía en el programa y poco a poco me fui enamorando de ti. Cuando me enteré que Jellyfish estaba por abrir la convocatoria para ser padrino, fui el primero en llamar a tu CEO y pedir mi lugar en la reunión. Agradezco haber ganado la oportunidad de compartir un poco de tu compañía.
Sin darme cuenta, sus palabras habían provocado que estuviera sonriendo como bobo frente a él.
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FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)
FanficLas oportunidades para convertirte en alguien famoso son escasas. Hay que tener un gran talento y... contactos. Mi nombre es Lee Hongbin miembro del grupo de K-pop VIXX y a través de esta carta dejaré testimonios de la degradación que hoy me llevan...