FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)

CAPITULO II PARTE VEINTISEIS

Me abrazó.

Hundí mi cara en su cuello tratando de dejar de llorar.

Sus manos acariciaron mi espalda, yo me aferré a su cintura y pensé en estar así por días desahogando todo lo que tenía atorado en el pecho, pero me separó de él con cuidado.

—Te ayudo a revisar esa nariz y me regreso al departamento. No quiero estar aquí cuando tu novio llegué de trabajar.

Me tenía sujeto por los codos sosteniéndome.

Le sonreí débilmente.

—Estoy bien, es un golpe simple.

—Para ser simple, la nariz está muy hinchada. A ver déjame revisar por dentro.

Se volvió a sentar en el sillón y me jaló hacia él para quedar de frente, yo me doble un poco para no quedar tan arriba y pudiera ver más de cerca. Con mucho cuidado levantó la punta de la nariz y se fijó en lo que había en mi cavidad.

—¿Cómo te hiciste esto?

Su aliento era fresco.

—Un accidente en la cocina.

Apretó ligeramente las partes más rojas haciéndome daño.

—Parece que no esta fracturada, la moveré a los lados, si escucho que cruje tendremos que ir al hospital.

—Espero que no.

Estábamos muy cerca, el veía con detenimiento mi nariz mientras que yo me dediqué a observarlo, nunca me di cuenta de cuanto me amó ya que sólo pensaba que estaba obsesionado conmigo, por mi belleza, por la convivencia diaria o por el capricho de poseer a alguien inferior a él. Me ama aún, según dijo, pero verlo aquí tan cerca y tan lindo, me hace sentirme como un niño al que le han quitado un juguete con el que ya no jugaba y ahora que lo habían apartado de él, lo deseaba de vuelta.

—Esta casa es enorme, cuando N me pidió venir no creí que fuera así. Todos sabíamos que Mink era muy rico pero sinceramente no imaginé cuanto.

Sus palabras al azar me distrajeron.

—Yo tampoco imaginaba cuanto dinero tenía hasta que vine a vivir con el, ésta no es la única casa que tiene, además de todos los autos y los yates, también tiene un avión privado.

Se quedó callado escuchándome.

—No sabía que fueras uno de esos chicos que se impresionaban por el dinero.

Dejó de tocarme y me hizo a un lado para levantarse.

—¿Qué insinúas? ¿Me dices oportunista?

Me sentí enojado por lo que suponía.

—Es fácil deducirlo, Hongbin. El dinero atrae a cualquiera.

Se agachó en el suelo para recoger las medicinas que momentos antes me había arrojado con rencor.

—Eres un idiota Leo, yo amo a Mink.

Se levantó con varios medicamentos en sus manos y se acercó a mi para ofrecerme 2.

Lo vi directamente a los ojos, me dieron ganas de soltarle un buen golpe en la cabeza por tan grande ofensa que estaba imaginando.

—Yo sólo digo que preferiste el dinero de este millonario al amor sincero que yo te ofrecí.

—Mink también me ama.

—Tu cara hinchada me dice otra cosa. Tómate estos analgésicos para desinflamar. Las presentaciones en vivo son en 3 días. Eres el visual, no lo olvides.