CAPITULO II PARTE RELLENO

364 49 4
                                    

—¿Detenerlo? ¿Ustedes dos?

Me dejé llevar por la sorpresa de enterarme que ambos tal vez y tuvieran que ver con la muerte de Ilwoon, Mink se dio cuenta y de inmediato agregó.

—No es lo que piensas, no lo matamos. Quedé de salir con él y poder hablar para saber de que manera frenarlo, un día antes fue que le pedí que dejara de ser tu inversionista, obviamente se enojó y dedujo que lo que hacía era porque estaba enamorado de ti y bueno, volvimos a pelear, se puso frenético y terminó por desquitarse contigo. Lo siento mucho Bin, si hubiera sabido que haría tal salvajada no habría abierto la boca.

—Está superado, no hables más de eso. Olvídalo.

Acercó el vaso a sus labios y se lo terminó de un trago, estiró los brazos para alcanzar la botella y servirse más, bebió otra gran bocanada.

—De hecho le marqué a su celular el día después de lo que ocurrió y me lo confesó, me dijo que seguías en su cama y que ya no aguantaba los celos que le provocabas, que estaba harto de saber que tu eras quien nos separaba y que te lastimaría, que te haría daño. Me asusté, sabía que podría hacer una tontería, le pedí que no hiciera nada, que terminaría mi contrato contigo y que regresaríamos, fue que hablé con Leo y le conté. Se enojó muchísimo pero no le permití hacer nada, por eso decidí detenerlo. Tu compañero de grupo no tuvo nada que ver, fui yo quién prendió la mecha. La noche antes de que muriera fui a visitarlo a su departamento y hablamos sobre todo, de nosotros, el pasado, de ti y del futuro... después de semanas de yo mismo rechazar y tratar de hacer a un lado mis sentimientos, me resigné y esa última vez que lo vi, quise hacerlo entrar en razón, le prometí muchas cosas, incluso me acosté con él.

Me quedé quieto tratando de entender a qué se refería, repasé cada una de las palabras de su último comentario pero era imperceptible para mi lograr comprender.

—Te amo Hongbin y jamás te traté como a mis demás ahijados, me aferré más a ti por el dolor que me implicaba la pérdida de Ilwoon. Sufrí demasiado en silencio sin poder decirle a nadie que en verdad amaba a ese hombre, que su muerte fue el enterrarme vivo y que hasta la fecha no he podido recuperarme, por eso también he estado mas volátil éstos últimos días ya que me mudo, me iré a vivir a Estados Unidos, no puedo más soportar estar aquí donde todo me recuerda a Ilwoon, incluso tu.

Comencé a morderme los labios con cierto frenetismo. Las manos me comenzaron a temblar, ya estaba reaccionando ante sus palabras, ya sabía a donde iba todo.

Se levantó y se sentó a mi lado, me tomó una mano y la apretó con la suya.

—No debiste traerme a vivir aquí, sólo me hiciste sentir especial.

—Eres especial, créeme cuando te digo que te amo. Mírame.

Negué con la cabeza.

—Lindo Binnie, mírame.

Cerré los ojos en un intento desesperado por no llorar. Ahora odiaba que me dijera así.

—No sabes cuánto agradezco que tu amor me llenara de luz en éste horrible túnel en el que aún camino. Sí te amo y mucho, pero mi corazón está podrido.

Tenía contenida la respiración, me dolió el pecho. Cada palabra desgarró mi inútil corazón.

—¿Porqué dejaste que pasara tanto tiempo?¿Por qué no hablaste con la verdad? ¿Entonces por qué te vas? Me hiciste creer que lo que había entre nosotros era real, pero ahora vienes y me cuentas con todo el cinismo del mundo que me amas, pero que me utilizaste para no sentirte solo y que te vas y me dejas atrás... como si fuera un mueble, un recuerdo. Como si todo éste tiempo hubieras estado con un muñeco al que ahora quieres tirar y perdona la burda comparación, pero no hay otra manera de describirme. Eres un maldito insensible. No sé si odiarte o felicitarte por tan buena actuación, en verdad me la creí...

Alcé los ojos para verlo, su mirada era de sorpresa. Ví que sus labios se movían tratando de formular palabras pero no salió ningún sonido.

El poco orgullo que me quedaba lo utilicé para hacerle la última pregunta.

—¿Cómo murió Ilwoon?

Me soltó de la mano con delicadeza y dejó de mirarme, la mandíbula se le tensó.

—Fue un accidente, llegó ebrio a su departamento y se resbaló con una cuchara tirada en la cocina, se golpeó la cara contra la estufa rompiéndose la nariz y parte de la mandíbula. Cayó boca arriba y se ahogó con su propia sangre. La escena fue tan perturbadora que sus padres suponen que alguien lo estrelló contra la estufa, matándolo. No quieren creer que fue un accidente.

Me comencé a morder los labios una vez más. No le creí.

Quería salir de ahí, tenerlo tan cerca era perturbador. Me dolía saber que todo el amor que imaginé que había entre los dos, fue una terapia para que su vida no se viera destruida por la muerte de otro ser despreciable. Tal para cual, se merecían uno al otro.

—Lamento que tus expectativas hacia mi fueran tan altas, pero te lo repito, te amo, eso es verdad, me gustas muchísimo y eres de los pocos amantes que en verdad he querido tanto como a ti, pero no es justo para ninguno de los dos que sigamos viviendo esta farsa, me encantaría que siguiéramos juntos, por que me duele muchísimo perderte, pero tu ya eres famoso y conocerás muchos hombres que querrán estar contigo y un día me olvidarás. Sé como es éste medio, si yo no me voy y te dejo hacer la vida que mereces, lo harías tu por tu cuenta. Tienes que seguir viviendo, eres demasiado joven como para dejarte vencer por éste tipo de experiencias, podrás...

—¡MALDITA SEA, YA CÁLLATE!

Me levanté furioso del sillón y lo miré con un odio profundo, me hablaba como si fuera un niño estúpido al que consuelan por que su juguete favorito desapareció.

—Bin, tranquilízate, lo que menos quería era que terminaras odiándome, me duele más a ti que a mi ya que he perdido y estoy por perder a lo único que he amado en mi vida. Sé que no debe ser fácil para ti tampoco pero esto siempre fue un contrato que se nos salió de las manos, nos terminamos enamorando pero mi llegada a tu vida solo trajo desgracia que debo terminar. Si me quedo contigo todo lo que tenemos se nos vendrá encima. Hago las cosas por tu bien, todo lo que he hecho ha sido por el mismo motivo. Sabias que yo pagaba para tener sexo con chicos como tu, además debías tener presente que no soy un hombre muy honorable y que...

Me dirigí hacia la puerta y salí corriendo.

FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora